Luis –se modificó su nombre para preservar la identidad- decidió acudir a la Justicia con una acción de amparo contra la Obra Social del Personal de la Industria Molinera, con el objetivo de que se brinde una medicación a su pequeña hija con “fibrosis quística”, una enfermedad poco frecuente.

Cada caja mensual de este fármaco - origen nacional- cuesta alrededor de $1.300.000. Luego de un sinnúmero de dilaciones por parte de la obra social, el Juzgado Federal de Rosario 1, a cargo del juez Carlos Alberto Vera Barros, ordenó su cobertura “inmediata en un 100%”.

Pero este no es un caso aislado. Desde costosos medicamentos, prótesis, cirugías hasta tratamientos de fertilidad: los amparos de salud aumentan año tras año y preocupan tanto al Gobierno como a las obras sociales y prepagas.

Aumentan los amparos de salud y el Gobierno busca "reducir la litigiosidad"

Días atrás, la Superintendencia de Servicios de Salud dividió el Registro Nacional de Juicios de Amparos en Salud en dos, uno destinado para las obras sociales y otro para las prepagas, para contar con una base de datos “sólida” en atención al “notorio el incremento de la denominada judicialización de la salud”.

Aumentan los amparos de salud y el Gobierno busca "reducir la litigiosidad"

Las entidades alcanzadas, según la resolución publicada en el Boletín Oficial, deben remitir la información de los procesos judiciales en el que “intervengan en calidad de parte demandada, con motivo de las obligaciones prestacionales y de cobertura vinculadas a sus usuarios o usuarias, sin importar la denominación con que se describa su objeto, con excepción de aquellos reclamos por mala praxis, incumplimiento de pago a prestadores y cualquier otro de índole económica”.

Pero, ¿Qué dicen las estadísticas sobre el aumento de la litigiosidad en la cobertura médico-asistencial? Según el último informe de la Cámara Nacional en lo Civil y Comercial Federal, las acciones de “amparo de salud” iniciadas ante dicho fuero se han incrementado de 1.130 en 2011 a 5.474 en 2018, es decir, se han casi quintuplicado en tan solo siete años.

Del mismo modo, la incidencia de juicios de salud en relación al total de la materia del mismo fuero se ha incrementado del 24% en 2015 al 45% a octubre de 2019.

Los medicamentos de alto costo

El caso de “Emmita”, una pequeña niña que tiene Atrofia Muscular Espinal y necesitaba un remedio millonario, puso en debate la cobertura y el precio de este tipo de fármacos para tratar enfermedades graves y raras, que cada vez es más alto. El medicamento llamado Zolgensma tiene un valor cercano a los U$S 2.100.000 –se administra por vía de infusión una única vez- y es considerado uno de los más caros del mundo.

Las obras sociales y prepagas no quieren afrontar los elevados costos de los tratamiento que, según argumentan, podría poner en jaque al sistema sanitario y llevarlas a la quiebra. También reclaman que el Estado se haga cargo.

Según el último informe del Registro de Amparos de Medicamentos de Alto Precio, se relevaron 170 procesos judiciales en 2021. De la totalidad de las peticiones, el 53% corresponde a diagnósticos de enfermedades poco frecuentes, el 26% a enfermedades oncológicas y el 21% a otros diagnósticos.

Los diagnósticos clínicos con mayor cantidad de amparos presentados fueron fibrosis quística (26%), atrofia muscular espinal (22%), cáncer de mama (14%), y parkinson (6%).

En tanto, el 38% de los pacientes accede a su requerimiento con financiamiento del sistema público de salud. Dentro de este último dato, casi el 78% es financiado por el Estado Nacional. El 22% restante es financiado por otros subsistemas públicos, tales como PAMI.