En una maniobra pensada como un gesto para recomponer su imagen, Jair Bolsonaro consiguió lo que buscaba: fotografiarse con el presidente más requerido durante las dos primeras jornadas de la Cumbre de las Américas y "robarle" veinte minutos en la antesala de la reunión plenaria del jueves, que se realizó en el auditorio principal del Centro de Convenciones de Los Ángeles.

Casi del mismo modo que lo hizo en Roma durante el G-20, Alberto Fernández se cruzó con su par brasilero e intercambió algunas frases y chicanas durante un encuentro que bien podría calificarse como casual, pero al que desde el Planalto intentaron darle un mayor estatus. "Es claro que fue el brasilero quien buscó la foto y Alberto no tuvo ningún problema y se prestó al diálogo", confirmó a Data Clave una fuente con acceso a la suite ubicada en el piso 22 del hotel Ritz.

Durante el breve intercambio, que tuvo un tono cordial, ambo mandatarios hablaron sobre temas energéticos de incumbencia para la región y se cargaron mutuamente con asuntos futboleros que también hacen a las cuestiones esenciales del continente. "Le expresó su voluntad de comprarnos gas y quiso cargarlo con el tema de la selección, pero Alberto se la devolvió de contragolpe" al recordarle la obtención de la Copa América tras aquella final épica en el Maracaná en la que el seleccionado de Lionel Scaloni se impuso por 1 a 0 con aquel golazo del "Fideo" Di María.

Desde la comitiva argentina se le bajó el tono al cruce, que ni siquiera se comunicó extra oficialmente a la prensa. Pero la delegación brasileña se movió lo suficiente como para filtrar la información que, en la noche del jueves comenzaba a circular por los portales de noticias de Brasil.

El presidente brasilero no quería asistir a la Cumbre de las Américas. Se había manifestado preocupado por la situación política de su país -donde todas las encuestas vaticinan una derrota inminente frente al "renacido" Lula Da Silva- y prefirió, en un inicio, rechazar la invitación de su par estadounidense Joe Biden que, para tentarlo, le ofreció la bilateral que tanto esperaba.

Por eso, finalmente terminó viajando a Los Ángeles donde este jueves se sentó a dialogar con el mandamas de la Casa Blanca, en el marco de un encuentro tenso, con caras largas y miradas poco amistosas, que poco sirvió a los efectos diplómáticos, solo para conseguir la foto.

La primera vez, también casual

Los jefes de Estado de Argentina y de Brasil ya se habían cruzado de un modo muy similar durante la Cumbre del G-20 que se realizó a fines de 2021 en la ciudad de Roma. El hecho también ocurrió en aquella oportunidad de un modo casual, cuando ambos estaban aguardando su turno para ingresar al salón donde debían fotografiarse todos los mandatarios para la tradicional "foto familiar" en el Centro de Convenciones La Nuvola, de Roma, fueron convocados para la tradicional foto de familia.

Aquella vez fue la primera en la que ambos mandatarios se veían cara a cara, se dieron la mano y se palmearon el uno al otro, al tiempo que intercambiaban sonrisas y comentarios sobre fútbol.

En la última conferencia del Mercosur, antes de aquella final de Río de Janeiro, Bolsonaro le había vaticinado a Fernández que Brasil derrotaría a Argentina por 5 a 0. En Roma, el presidente argentino no dejó pasar la ocasión de recordárselo y reclamarle una felicitación: “No me dijiste nada de que salimos campeones y le ganamos a Brasil”.

Bolsonaro no lo tomó a mal, recibió incluso el comentario con una sonrisa, en contraste con otras amargas recriminaciones -e incluso descalificaciones- intercambiadas en anteriores ocasiones por ambos presidentes.

Último día con balance positivo

Este viernes concluye la cumbre de las Américas arrojando un saldo muy positivo para la Argentina, que logró posicionarse con un liderazgo político en la región, independientemente de los datos económicos objetivos del continente, que continúan colocando a Brasil como el más poderoso.

Este viernes Fernández concluirá el primer tramo de su "Alber-tour" con una cargada agenda que incluirá una bilateral con el mandatario chileno Gabriel Boric y su participación en el plenario final donde se leerá el documento acordado por los delegados de todos los países presentes.