El juicio contra un grupo de 14 policías de la Ciudad de Buenos Aires acusados por el homicidio del juvenil de Barracas Central Lucas González arrancará hoy en la sala principal de Comodoro Py y será encabezado por el Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional N° 25. La familia estará representada por el abogado Gregorio Dalbón.

El crimen de Lucas sucedió cerca de las 9.30 del 17 de noviembre de 2021, cuando la víctima y tres amigos de su misma edad salieron de entrenar del club Barracas a bordo del Volkswagen Surán del padre de uno de ellos y fueron interceptados por un auto Nissan Tiida de una Brigada de Investigaciones de la Policía de la Ciudad sin patente ni signos de identificación, del que bajaron tres efectivos armados y sin identificar.

De acuerdo con las pruebas recolectadas durante la investigación, los adolescentes creyeron que eran ladrones que iban a robarles, por lo que huyeron del lugar, momento en que los policías les dispararon desde distintos ángulos. Al menos cinco tiros dieron en el auto y uno de ellos impactó en la cabeza del joven, quien horas más tarde murió.

El inspector Gabriel Alejandro Issasi, el oficial mayor Fabián Andrés López y el oficial Juan José Nieva -que prestaban funciones en la División Brigadas y Sumarios de la Comuna 4 de la Policía de la Ciudad- están directamente acusados por el homicidio de Lucas y por la tentativa de asesinato contra sus tres amigos, además del procedimiento montado para encubrir lo sucedido aquella mañana.

El comisario inspector del Departamento Comunal Vecinal 4 de la Policía de la Ciudad Daniel Alberto Santana; el comisario de la Comuna Vecinal 4A, Rodolfo Alejandro Ozán; el comisario de la Comisaría Vecinal 4D, Fabián Alberto Du Santos; el comisario de la Comuna 4D, Ramón Jesús Chocobar; el principal de la Comuna 4D, Héctor Claudio Cuevas; los oficiales de la Comisaría Vecinal 4D, Sebastián Jorge Baidón, Jonathan Alexis Martínez, Ángel Dario Arévalos y Daniel Rubén Espinosa; el comisario de la División Sumarios y Brigadas de la Comuna 4, Juan Horacio Romero; y el subcomisario de la División Sumarios y Brigadas de la Comisaría Vecinal, Roberto Orlando Inca fueron enviados a juicio como coautores de los delitos de “falsedad ideológica, privación ilegal de la libertad agravada por abuso funcional y sin previsión de la ley, encubrimiento agravado por la condición de funcionarios públicos y por ser el delito precedente especialmente grave e imposición de torturas”. Además, Cueva e Inca fueron acusados como coautores de “falso testimonio agravado por haber sido cometido en una causa penal".

De acuerdo al requerimiento de elevación a juicio, los 11 policías alteraron los rastros y pruebas del delito que cometieron sus tres compañeros al arribar a la escena “e intentar fraguar para aparentar que se había tratado de un ‘enfrentamiento’, colocando para ello un arma de utilería ‘plantada’ en el interior del rodado Volkswagen, modelo Suran”.

Además, en la investigación se les achacaron los “tormentos y sufrimientos físicos y psicológicos” que le propinaron a los adolescentes. A dos de los amigos se los tildó de “villeritos” que “debían recibir un disparo en la cabeza”. 

“Los mantuvieron durante más de dos horas esposados contra el piso boca abajo y luego sentados, sin intervención judicial alguna y durante más de siete horas entre las 12.30 hs y las 19.40 horas dentro de un patrullero de la Policía de la Ciudad -y en total por más de 10 horas en el sitio del procedimiento sufriendo tratos denigrantes e inhumanos, denotando un significativo odio racial hacia los mismos”, se había indicado.

Las audiencias previstas en el caso son 11 y se extenderán por lo menos hasta julio. En esta primera jornada, se leerán los requerimientos de elevación a juicio y se les preguntará a los imputados si quieren declarar o si van a diferir su indagatoria para otro momento del proceso. Además, está estipulado que declaren como testigos los tres amigos de Lucas y también su papá.