Seis meses después de lo que fue el triunfo en Marcos Juárez, reconocido por ser el kilómetro cero de la alianza, Juntos volvió a triunfar en Córdoba. Esta vez de la mano de la mano del radicalismo, con Javier Dieminger en busca de una reelección que terminó consiguiendo a través de un resultado arrasador. Sucede que el actual intendente consiguió más del 70 por ciento de los votos en la famosa ciudad turística en unos comicios en los que llamó la atención la baja convocatoria (poco más de la mitad del padrón de 14.230 personas).

Como era de esperar los mensajes victoriosos llegaron por todos los frentes. De Horacio Rodríguez Larreta a Gerardo Morales pasando por María Eugenia Vidal y Martín Lousteau. Todos se subieron al tren, o mejor dicho a la camioneta (a juzgar por la foto que acompaña esta nota), de la victoria. Incluso el gobernador Juan Schiaretti, que no presentó candidato a nivel local, también felicitó al ganador. 

Felicito a Javier Dieminger, reelecto intendente de La Falda, y a todos los vecinos de esa querida localidad del Valle de Punilla por participar de otra jornada democrática en las elecciones de hoy. La Provincia, como siempre, seguirá acompañando el crecimiento de esa ciudad, aseguró el ahora candidato a presidente por el peronismo no kirchnerista.

Ni bien consumado el triunfo, Dieminger se subió a una camioneta en compañía de Morales y Larreta, quienes viajaron para participar de los festejos, y de los locales Rodrigo De Loredo y Luis Juez, quienes hoy se disputan la candidatura para gobernador en representación de Juntos. Quien no dio el presente fue la titular del PRO, Patricia Bullrich, que aseguró se acercará este lunes.

Lo cierto es que, más allá de la victoria de Juntos en una ciudad que no marca una proyección provincial, lo que sí está llegando a una etapa final de definiciones es quién será el principal aspirante en Juntos para dar la pelea contra Martín Llaryora, el representante del actual mandamás, Schiaretti. Juez y De Loredo resolverán en los próximos días cómo darán la pelea.

Se trata de una decisión de peso hacia adentro. Las encuestas hoy los muestran en un empate técnico en la intención de voto. Y pese a que la mejor opción sería que vayan juntos en la boleta, ninguno está convencido de quedar en el segundo lugar. Es por eso que lo más probable es que aquel que no quede al frente baje a pelear por la intendencia de la ciudad capital que deja Llaryora.

"A partir de los datos obtenidos, no se puede dictaminar ni ser concluyente sobre la definición del candidato a gobernador de la provincia de Córdoba. Siendo los números muy estrechos en escenarios electorales, imágenes y potencialidad de voto entre los precandidatos, que no superan el margen de error del 2,6% para un nivel de confianza del 95%, están en una situación de empate técnico", señala el documento difundido por la consultora que se encargó medirlos.