El presidente Alberto Fernández encabezó este sábado en la provincia de Tucumán el acto oficial por el 206° aniversario de la Declaración de la Independencia. "Yo sé bien que nada sólido se construye si abandonamos los objetivos ante el primer obstáculo" y "no hay futuro político si esa unidad no se fortalece todos los días", dijo al iniciar su discurso.

Bajo la atenta mirada de Sergio Massa, Wado de Pedro, Juan Manzur, Osvaldo Jaldo, Ricardo Quintela, Raúl Jalil y otros funcionarios, el Presidente expresó que "para lograr acuerdos que nos unan, hace falta derribar muros. A veces se levantan silenciosos, otras, con voces altisonantes o simplemente con mentiras. En cualquier caso, se hacen para dividirnos. Debemos derribarlos y comenzar a construir puentes".

Se trata de la primera aparición pública del mandatario tras la renuncia de Martín Guzmán al Ministerio de Economía. "Quiero convocar a todos los argentinos y argentinas a no sucumbir ante el desánimo. Seamos fuertes e inteligentes. No podemos perder de vista el enorme espacio que nos cobija. Para un argentino no hay nada mejor que otro argentino", enfatizó.

Con un discurso conciliador, Fernández pidió "no sucumbir ante el desánimo"

"Hemos asumido un compromiso ante el pueblo argentino que vamos a honrar. Hemos sufrido un embiste de los grupos poderosos que quieren quedarse con la renta. Son los mismos de siempre. Con nuestra miseria, ellos construyen imperios y amasan fortunas", aseguró Fernández.

"Cuando un gobierno popular busca defender la distribución de la riqueza y la alegría del pueblo, buscan desunirnos, torcernos el brazo. No lo van a lograr, como nunca pudieron", dijo el Presidente.

Por último, pidió: "bajen las armas, acá hay un pueblo que quiere comer, tener salud y ser feliz. Algunos lanzan rumores en medios de comunicación o falsas noticias. Sepan que se van a chocar con nuestra firme decisión de seguir trabajando por una patria justa y soberana".

El Presidente entregó en Tucumán la vivienda número 50.000

Fernández entregó hoy, a una familia de Tucumán compuesta por los padres y sus siete hijos, la casa número 50.000 construida por el Gobierno nacional durante los dos últimos años en todo el país.

“Siempre digo que no hay momento más gratificante para mí que el momento en que entrego una casa a una familia. Tener un techo es tener un lugar donde poder vivir dignamente, donde poder ver crecer a sus hijos en tranquilidad y en paz. Es la posibilidad de ser parte de un barrio para vivir comunitariamente compartiendo”, señaló el Presidente, acompañado por el gobernador de Tucumán, Osvaldo Jaldo, y el ministro de Desarrollo Territorial y Hábitat, Jorge Ferraresi.

Con un discurso conciliador, Fernández pidió "no sucumbir ante el desánimo"

“Todas estas casas habían quedado abandonadas con un nivel de avance de las obras de casi el 90% e inexplicablemente en el año 2017 dejaron de hacerlo”, explicó el mandatario, luego de la recorrida por el predio habitacional Manantial Sur, de la capital tucumana. 

“Para que estas casas puedan existir, hace falta el Estado”, señaló el Presidente, y añadió: “Estas casas no las hacen los bancos. Cuando las hacen los bancos, los créditos se llaman UVA y la gente se queda hipotecada de por vida”.

Por su parte, el ministro Ferraresi,  recordó que “ustedes pasaron mucho tiempo por acá, vieron que las casas estaban abandonadas y sentían dolor. A partir de la decisión de Alberto Fernández de tener un ministerio que se ocupe del tema del hábitat, vinimos a repararlo y a que nunca más en la Argentina nos vuelva a pasar ese dolor”.

Estuvieron presentes además, el jefe de Gabinete, Jorge Manzur; el titular de la Cámara de Diputados, Sergio Massa; y  la interventora del Instituto Provincial de la Vivienda (IPVyDU), Stella Maris Córdoba, entre otras autoridades provinciales y de la ciudad capital.

A través del Ministerio de Desarrollo Territorial y Hábitat de la Nación se encuentran en ejecución más de 125.000 viviendas correspondientes al Programa Federal Casa Propia, mientras que se entregaron más de 55.000 créditos para la construcción y 102.000 para refacción.