Era una disputa local, que no salía de los límites mendocinos. La protagonizaban el exgobernador y actual diputado y presidente del Comité Nacional de la UCR, Alfredo Cornejo y Omar Palermo, miembro de la Corte Suprema de Mendoza. Pero Cornejo involucró al gobernador de Formosa, Gildo Insfrán, y el asunto tomó otras características.

El conflicto se originó por las diferencias entre Cornejo y Palermo tras la aprobación de Teresa Gay -pliego enviado por el gobernador radical Rodolfo Suarez- para integrar el Máximo Tribunal de Mendoza. Ese pliego era rechazado por el peronismo y una vez aprobado, Palermo aseguró que a Cornejo “le molesta la independencia de la Corte”, y que sólo le interesa “el sometimiento de los organismos de control”. Palermo integra, a su vez, del Consejo Consultivo que armó el presidente Alberto Fernández para que lo asesoren en la reforma judicial.

Cornejo contestó: "Cuando me acusan de tener la suma del poder público, en realidad me tratan como si yo fuera Gildo Insfrán y a Mendoza como si fuera Formosa”.

Así fue que la máxima autoridad del radicalismo a nivel nacional involucró a Insfrán, gobernador formoseño desde 1995, provincia en la que rige la ley de lemas. Y el mandatario del norte, del PJ, arremetió vía Twitter: “Expreso públicamente mi repudio a las declaraciones de Alfredo Cornejo, presidente del Comité Nacional de la UCR, quien agravia a la Provincia de Formosa y a sus autoridades democráticamente elegidas, mediante exabruptos impropios de una persona con su investidura institucional”.

Gildo Insfrán on Twitter

“Lamento que un partido como la UCR tenga dirigentes que menosprecien la institucionalidad de una provincia”, agregó Insfrán y aprovechó para castigar al expresidente Mauricio Macri, al considerar que el proyecto político que integra Cornejo “gobernó ruinosamente la Argentina en los últimos 4 años”.