Los antecedentes directos son claros: si el peronismo se une, gana. Así quedó a la vista en las dos últimas elecciones ocurridas en Lanús, donde el Frente de Todos logró imponerse en las PASO pero no pudo sostener el resultado en las generales. La situación se dio de manera idéntica tanto en 2019 como en 2021.

Es por esto que desde el peronismo local vienen trabajando en bregar, una vez más, por una unidad que pueda sostenerse más allá de los nombres al frente. La idea es la misma: tras dos derrotas consecutivas por mérito propio, hoy el Frente de Todos se prepara para una campaña lejos del ambiente de confrontación que se vivió en la previa del 2021, cuando la puja interna entre La Cámpora y el Movimiento Evita era cosa de todos los días.

Ahora los excandidatos de las últimas elecciones, Julián Álvarez , Agustín Balladares y Omar Galdurralde, se muestran juntos. La intención es generar las condiciones para tener una discusión interna a la altura del voto fuerte que el peronismo tiene en Lanús. Claro, no es tan fácil. Las PASO condicionan la ecuación. Como se sabe, desde La Cámpora quieren evitarlas. Desde el Evita, mantenerlas.

"Lanús nunca debió dejar de ser gobernado por el peronismo. Las PASO es una herramienta saludable para poder volver a ser gobierno", le dijo a Data Clave una fuente del peronismo tradicional que hoy trabaja en el frente que integra el Evita.

Y agrega: "El peronismo nunca dio por perdido nada. Por eso la idea de aglutinarse solo en la Provincia no alcanza. No nos podemos quedar en esa idea de 'no hagamos quilombo en Buenos Aires, saquemos las PASO y listo'.  Hay que pelear por todo porque todavía falta mucho y la economía está dando resultados concretos. El problema es la inflación".

Pero no quieren repetir los mismos errores. Cabe recordar que en 2019, el Frente de Todos alcanzó el 50 por ciento de los votos a través de cuatro listas internas y ganó por 14 puntos de diferencia en las PASO. Sin embargo, en las generales, el intendente Néstor Grindetti logró una remontada épica y ganó 49 a 44 logrando que el peronismo (desunido) pierda casi 25 mil votos.

En aquella oportunidad, el jefe comunal importó el modelo de San Miguel que puso en marcha Joaquín De la Torre, con el que varios referentes PRO lograron dar vuelta los resultados y un amplio crecimiento entre una elección y la otra. La táctica consistió, más allá del detalle fino de la cuadratura en la acción territorial, en abandonar la boleta nacional y provincial para prenderse al tren victorioso de Alberto Fernández y Axel Kicillof con la boleta ya preparada para ingresar a la urna.

En 2021 no fue necesario tanto. Tras una victoria del FdT por 2 puntos en las PASO, Juntos se terminó imponiendo por una distancia mínima. Pero lo que quedó para el análisis del Frente de Todos fue el crecimiento del Evita que quedó cerca de arrebatarle el liderazgo de la boleta a La Cámpora.

Además, el peronismo de Lanús hoy no sabe quién será el candidato a enfrentar. Es que, más allá de que Grindetti recorre la Provincia en su lugar de precandidato a gobernador, en el FdT local no confían en que una vez que se definan los aspirantes provinciales, el mandamás no decida continuar. "(Diego) Kravetz no sostiene los votos de Grindetti. El oficialismo tiene una gestión regular y el intendente pasó de 70 por ciento de imagen positiva a 50. Hay un declive pronunciado". Y cierra: "Pero si no nos encolumnamos, perdemos".

Vale aclarar que el diputado bonaerense del Frente Renovador, Nicolás Russo, también ya avisó que quiere competir para ser candidato por lo que el abanico se hace más grande.

Lo cierto es que si el Frente de Todos quiere sostener la unidad tendrá que hacer fuerza para no caer en la misma trampa de siempre: el fuego amigo. De fondo, está la oportunidad de sumar un voto elemental tanto para Nación como para Provincia. Un empuje necesario en épocas de incertidumbre.

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“Siempre hay una silla vacia para el campo popular”