En 2019, el entonces intendente de Moreno, Walter Festa, sufrió una de las derrotas más categóricas para un representante del Frente de Todos. Luego de intentar desactivar la lista que encabezaba la actual jefa comunal, Mariel Fernández, el propio alcalde habilitó otras nóminas de su riñón para intentar restarle poder a la dirigente del Movimiento Evita. Pero su estrategia no dio frutos y perdió la interna con solo el 18 por ciento de los votos a su favor.

Festa pasó los últimos dos años alejado de la política local. Cuentan desde Moreno que “no se lo veía cuando era intendente, menos se lo va a ver ahora”. Según encuesta de CEOPS, el exintendente tiene un 80 por ciento de imagen negativa. La más alta de la historia para alguien que fue jefe comunal.

Por este motivo, y a sabiendas de que la Junta Electoral podría darlo de baja, Festa optó por competir a través de un partido vecinalista. EVA (Encuentro Vecinal en Acción) lleva al frente de nómina a Romina Uhrig, de 33 años, diputada nacional por el Frente de Todos y esposa del exmandamás, quien asumió en 2019 en lugar del entonces electo intendente de La Matanza, Fernando Espinoza.

Es un espacio crítico al modelo gerenciador de pobres que está implementado Fernández en Moreno. Ellos están en la vereda opuesta, lo mismo que sienten los vecinos. La intendenta o admite concesiones. Ella ha dicho varias veces que tiene la lapicera, lo que demuestra su debilidad política. Nosotros no íbamos a rogar”, manifestó en las últimas horas a un medio local, el consejero escolar Ramón Vera Chávez, quien representa al partido que preside Claudia Romina Sandoval.

Lo cierto es que Uhrig encabeza una lista en la que Festa no se muestra y que en lo concreto algunos aseguran que “ni siquiera podrá pasar el corte de las PASO. Hay que ver si superan el piso. Su mujer tiene un nivel de conocimiento bajísimo (18 por ciento) y más del conocimiento es imagen negativa, porque justamente la reconocen como mujer de Festa y exfuncionaria de su gestión”.

En concreto, el exintendente pretende generar una discusión interna entre diferentes movimientos políticos relacionados al peronismo que no se sienten a gusto con Mariel Fernández. Sin embargo, por el momento, los números no lo acompañan.