Después de lo que fue la frenética discusión por el proyecto de Presupuesto en la Cámara de Diputados, se avecina otra batalla: el bloque Provincias Unidas, aliado con el Frente de Todos, presentó una iniciativa para eliminar las elecciones Primarias, Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO).

El texto lleva las firmas de Diego Sartori, Carlos Fernández, Luis Di Giácomo y Agustín Domingo y entre los argumentos está la postura de que las Primarias "se han desvirtuado" en su finalidad y que, además, esto generaría un ahorro para la política en cuanto a los fondos.

"Con el ahorro que -de obtener su debida sanción- generará esta Ley proponemos crear un Fondo Especial para el Fortalecimiento de las Políticas de Lucha contra las Adicciones y un Fondo de Fortalecimiento para el Pago de Prestaciones Básicas a Personas con Discapacidad", fundamentaron.

Al respecto, Di Giacomo confirmó a este medio que aún no hay plazo para el tratamiento de la iniciativa y que recién esta semana se van a definir las comisiones a las que se girará. Sin embargo, claro está, comenzaron las cuentas matemáticas en oficialismo y oposición para ver si dan o no los votos para que supere la instancia de Diputados.

Vale remarcar que, para lograr una modificación del Código Electoral, se necesita tener un quórum reglamentario de 129 diputados, similar al que consiguió Juntos por el Cambio para luego aprobar el proyecto Boleta Única, que superó la Cámara de Diputados con 132 votos positivos. El Frente de Todos rechazó la iniciativa y no acompañó.

En el oficialismo no está claro el panorama. Como viene contando Data Clave, hay un sector del Gobierno que apunta a suprimir las primarias, más ligado al kirchnerismo. ¿El argumento? Sostienen que eliminar las PASO es una de las pocas "alternativas" que tienen para confrontar con un Juntos por el Cambio que aprendió a beneficiarse de esa herramienta electoral. En resumidas cuentas, apuntan a que si se derogan, la coalición opositora difícilmente se sostenga para acordar las listas. De todos modos, en la oposición ya vienen trabajando en un "plan B" y hay una idea de que se reglamente una interna partidaria, algo que ya está en acción para las provincias que no tendrán PASO.

A pesar de este argumento más ligado al entorno de Cristina Kirchner, también hay otros espacios que quieren competencia interna. Algo de eso se traduce en la última foto que se sacaron dirigentes del Movimiento Evita y delegados de la Confederación General del Trabajo (CGT), que lanzaron la "Corriente Político-Sindical Peronista". Es más, tras la presentación, un dirigente vinculado a los movimientos sociales le dijo a Data Clave: "La Cámpora no quiere internas, quiere acordar sobre la base de que Cristina es la que tiene los votos. Nosotros creemos que sí tiene que haber PASO y que no se tienen que definir a los candidatos por la lapicera".

A estas horas, el potencial cálculo que tiene la oposición como peor escenario posible es que el Frente de Todos logre la media sanción votando sin fugas internas (118) y con los apoyos de Provincias Unidas (4), Movimiento Popular Neuquino (1), Córdoba Federal (3) y, creer o no, los votos de La Libertad Avanza (3) del libertario Javier Milei. Un diputado del Frente de Izquierda-Unidad ya le advirtió a este medio que no acompañarán la iniciativa. "Estamos en contra de que se cambien las reglas a poco de las elecciones. Más allá de las críticas que sostenemos al sistema de las PASO por poner un piso electoral, no apoyamos que en este momento que se cambien las reglas de juego como maniobra", le dijo el jujeño Alejandro Vilca a este medio.

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Lo cierto es que difícilmente el Frente de Todos pueda votar unido. Son al menos cuatro los legisladores que hoy representan a movimientos sociales en el Congreso y que, seguramente, quieran disputar cargos en 2023. Uno es Leonardo Grosso, del Movimiento Evita y otros tres son Itaí Hagman, Federico Fagioli y Natalia Zaracho, los tres del Frente Patria Grande que lidera Juan Grabois. Tampoco hay una postura oficial del Frente Renovador al respecto, que hoy cuenta con nueve sillas en la Cámara baja.

Será importante también lo que defina el liberal Milei, que se mostró indiferente a la discusión y que aclaró que sólo tomaría postura si existe un proyecto concreto y se tiene que dar una respuesta institucional en la Cámara de Diputados. En los últimos días pagó caro haberse ido antes de tiempo del Congreso y contribuir para que el Frente de Todos logre imponer algunos artículos clave en el Presupuesto. ¿Tomará partido esta vez?