Las escuelas privadas de la provincia de Buenos Aires sufren los efectos de la segunda ola de coronavirus. Luego de 161 días sin abrir sus puertas en 2020 y tras un intenso trabajo por la confección de los protocolos para el ansiado regreso, vuelven al mismo punto de partida. Las consecuencias de esto son menos ingresos, pérdida de matrículas e impagos en las cuotas por la “falta de servicio”, traducido en la educación virtual. Desde el sector ahora apuntan a al menos recibir mayores fondos estatales para cumplir con los compromisos salariales.

 El pedido se hizo público tras una carta de la Asociación de Institutos de Enseñanza Privada de la provincia de Buenos Aires (Aiepba), donde conjuntamente con la Confederación Argentina de Mediana Empresa (CAME), le enviaron un pedido a los ministros de Desarrollo Productivo y Trabajo, Matías Kulfas y Claudio Moroni, para que sean considerados como “actividad crítica”, con el fin de recibir una serie de beneficios para evitar el cierre de varios establecimientos educativos, principalmente el de los jardines maternales.

En ese marco, Data Clave conversó con Martín Zurita, secretario general de Aiepba, quien explicó cómo es la situación de las instituciones, cuáles son las más afectadas y qué esperan de ahora en más ante el regreso a la virtualidad escolar. “Acá se tomó una decisión política, por ende tiene que haber una decisión política para contemplar la situación económica de los institutos que están en situación crítica”, manifestó.

Data Clave: ¿Los institutos educativos vuelven al mismo punto de partida que en 2020?

Martín Zurita: Tuvimos un 2020 muy malo. Eso se reflejó en la pérdida de matrículas y en la falta de pago de la cuota por parte de los padres. Tuvimos hasta un 40% de morosidad que se trasladó al 2021. Teníamos expectativas de que íbamos contar con esfuerzos del Gobierno por mantener la presencialidad, y más con lo que ocurrió el año pasado. El Consejo Federal de Educación había dado la señal de defender esta premisa y muchos jardines maternales apostaron a mantener las instituciones. Ya cerraron dos jardines de infantes este mes y hay muchos institutos que, si no tienen una solución en el corto plazo, terminarán haciendo lo mismo.

DC: ¿Cuáles son los niveles más afectados?

MZ: El nivel inicial educativo es el que está peor. Pedimos hace tiempo que se haga una excepción para estos sectores, que es el más afectado. La cuestión pedagógica es más fácil sostenerla en los niveles más avanzados, aunque también tienen complicaciones. Nosotros tenemos pedidos permanentes de nuestros asociados porque están en seria crisis. La gente no está pagando las cuotas, hay alta morosidad. Por eso pedimos tener prioridad para ayudas económicas mayores.

DC: ¿Qué ayudas económicas tienen por parte del Estado?

MZ: La única que tenemos son los REPRO, pero son muy pocas las escuelas que accedieron, porque hay mucha burocracia para acceder. Ahora se han intensificado los montos en las situaciones críticas y también hay una excepción de las contribuciones patronales. Nosotros queremos entrar en esos beneficios, como fue en su momento el ATP, que si bien no fue la solución, fue una ayuda para afrontar la situación.

DC: ¿Hay un éxodo de alumnos de los establecimientos privados a los públicos?

MZ: No se está viendo un éxodo de alumnos de escuelas privadas a las públicas, lo que está sucediendo son los impagos. Nosotros hicimos un gran esfuerzo comprendiendo la situación de las familias y dimos instrumentos para refinanciar. Esto se dio en marzo, cuando se vio una posibilidad de normalización. Pero en abril nos cortaron la presencialidad y se volvieron a cortar los pagos, es automático. Además en muchas escuelas también hay limitaciones en la administración, y muchas de ellas no son bancarizadas, es decir que muchos padres van a pagar la cuota al establecimiento. Tenemos más de 2.000 escuelas y en su gran mayoría no son cuotas altas, generalmente son instituciones con aportes estatales y donde asiste gente trabajadora.

DC: ¿Consideran que los impagos son por la crisis económica?

MZ: Te diría que se da una situación mixta. Hay padres que te dicen que no van a abonar su cuota si no les garantizan la presencialidad. Tratamos de instarlos a través del contrato educativo que se firmó. Nosotros los sueldos los tenemos que seguir pagando, se tienen que respetar los contratos. La verdad… es una situación muy complicada.

Tweet de Asociación AIEPBA

DC: ¿Consideran que puede regresar la educación presencial?

MZ: Lo vemos difícil. Nosotros elevamos una propuesta donde detallamos que el Ministerio de Educación tiene números que indican que las escuelas son un lugar donde se dan pocos contagios. El registro, con el que incluso se hizo publicidad, demuestra que el nivel de contagios de docentes es 1% y 0,1% los alumnos, aproximadamente. Después no se habló más de eso, pero son los números que existen. Nosotros pedimos que aunque sea se respeten las matrículas de los jardines maternales y de infante. Es el lugar más afectado económicamente, pero también es el sitio donde el contagio es menor y donde casi no se utiliza transporte público. Hace poco hicimos una encuesta para un universo de 60.000 familias y lanzó que sólo el 8% va con transporte público. Entonces esto no sería un problema. También lo pedimos para niveles iniciales de primaria y para aquellos alumnos del secundario que no accedan a la conectividad. No hemos tenido respuesta hasta ahora.

DC: ¿Hablan con sus pares en la Ciudad de Buenos Aires? ¿Cómo es allí la situación?

MZ: Nosotros en la asociación tenemos escuelas en la Ciudad y allí la situación, hasta ahora, es completamente normal. Se siguen desarrollando las clases con protocolos y todavía no hubo ningún freno.

DC: ¿Se sintieron defraudados por el Gobierno? Alberto Fernández le dijo en exclusiva a este sitio que la educación presencial “iba a ser una prioridad”

MZ: Nosotros teníamos mucha expectativa y trabajamos muchísimo en el 2020. Los protocolos escolares son súper estrictos, no son como los de otros lugares. Cuando vos vas a una escuela, los protocolos se cumplen a rajatabla. Se invirtió mucho dinero en los mismos, por eso creemos que las clases debieran haberse mantenido de forma presencial. En el conurbano hay 3.000.000 de alumnos. Sabemos poblacionalmente lo que significa. Estuvimos 161 días sin clases presenciales, y ahora se suman más de 30 días y eso tiene consecuencias de todo tipo.

DC: ¿Cuál fue el pedido que hicieron al Gobierno y qué es lo que pretenden de ahora en adelante?

MZ: El lunes, luego del pedido que hicimos con CAME a los ministros (Matías) Kulfas y (Claudio) Moroni, nos comunicamos con el Ministerio de Educación para poder tener una reunión con (Nicolás) Trotta. Nuestro pedido es claro: si sigue la decisión de suspender las clases presenciales, que entonces como contrapartida desde el Estado nacional haya una ayuda muy concreta hacia las escuelas. Esto no es algo que hemos buscado. Acá se tomó una decisión política, por ende tiene que haber una decisión política para contemplar la situación económica de los institutos que están en situación crítica. En 2020 cerraron más de 60 escuelas en la Provincia y muchas más en el resto del país. Necesitamos que el Estado sea consecuente con las decisiones que toma.