Ramiro Tagliaferro tenía un plan. Simple. De pocos pasos. Sin embargo, no pudo pasar la primera prueba y el objetivo ahora deberá cambiar de color. Sucede que más allá de la derrota del Frente de Todos a nivel local, el exintendente de Morón no pudo capitalizar el triunfo y puso en peligro su retorno al poder para el 2023.

El exjefe comunal se presentó como candidato para ocupar una banca en el Senado bonaerense y tras el resultado de las PASO, que confirmaba su ingreso a la Cámara alta, levantó el perfil. Pero no todo salió según lo planeado. La performance de Juntos cayó ante el crecimiento del Frente de Todos en el Conurbano y Tagliaferro se quedó sin su banca.

Ahora, el exmarido de María Eugenia Vidal, intentará reacomodar las piezas en Morón, pero no le será fácil. Y los motivos son varios. Es que más allá de haber ganado la elección local con su expresidente de bloque, Leandro Ugartemendia, a la cabeza, todavía mantiene un frente interno abierto.

Con los resultados electorales ya jugados, Juntos consiguió 6 de las 12 bancas en juego y tendrá 12 de los 24 concejales en formato de interbloque. Sin embargo, a su vez, contará con dos ediles que no solo no responden a Tagliaferro sino que está enfrentados y otros dos que tienen línea directa con Patricia Bullrich.

Además, el espacio tiene en su haber concejales radicales que tampoco comulgan con el exintendente. “Cuando éramos gobierno era claro que había un intendente a quien se respondía, pero como oposición la discusión del liderazgo está abierta. Tagliaferro no nos representa y vamos a buscar ser opción en 2023”, le dijo a Data Clave un exconcejal radical.

Claro, desde el espacio ganador no piensan lo mismo. Sobre esto, Ugartemendia fue claro: “El conductor de la coalición es Tagliaferro”. Y la respuesta del exedil no tardó en llegar: “Si Tagliaferro conduce, ya chocamos antes de llegar. Tenemos que buscar un liderazgo fuerte y serio dentro de la coalición. Todo puede dirimirse a futuro en una interna entre candidatos del frente. Pero lo que no podemos hacer es volver a apostar a lo que no funcionó”.

Más allá de las complicaciones internas a nivel local, Tagliaferro ahora enfrenta un problema sustancial. A partir de diciembre, el exjefe comunal perderá una caja importante con la salida de Néstor Résico de la Cámara baja y solo seguirá contando con el aporte de María Eugenia Brizzi, elegida en 2019 por la primera sección.

Es por esto que para el moronense era crucial poder ingresar al Senado. Algo que no solo que no se dio sino que además lo dejó expuesto ya que desde el radicalismo cuestionaron el accionar de los dirigentes del PRO de la primera, la cuarta y la séptima, las secciones donde de las PASO a las elecciones del domingo se perdió un senador por región. Lo que provocó la paridad de la Cámara alta en favor del gobernador Axel Kicillof.