El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, apostó fuerte. Y ganó. Al menos, en la puja para secundar la precandidatura de Diego Santilli en la provincia de Buenos Aires en el armado que lleva a Horacio Rodríguez Larreta a la presidencia. Su movimiento, claro, provocó que la interna radical que mantiene al día de hoy con el titular del comité provincial, Maxi Abad, quien se postula a ingresar al Congreso de la Nación como senador por la línea de Patricia Bullrich, quede espejada en la propia interna que, en la actualidad, también impacta en el PRO.

Posse fue uno de los primeros que le abrió las puertas del Conurbano a Gerardo Morales para que el gobernador de Jujuy y ahora aspirante a la vicepresidencia, pudiera mostrar sus propuestas. El vínculo creció. El intendente viajó a Jujuy para las elecciones en las que el mandatario provincial coronó a Carlos Sadir como su sucesor y Morales hizo fuerza para que Posse se quede con la vicegobernación para PBA.

El movimiento tuvo sus réplicas y a pocas horas del cierre de listas, la lista que comanda Santilli sumó el apoyo de cinco jefes comunales del interior, entre ellos el intendente de Tandil, Miguel Ángel Lunghi. De esta manera, la boleta que también incluye a Posse tendrá el apoyo de 10 de los 32 distritos que gobierna el radicalismo. Una desventaja numérica que no es tan así.

Sucede que con la suma de la ciudad serrana más el empuje de San Isidro, la pata moderada del radicalismo tendrá una mayor representación en lo que refiere al padrón electoral debido a que son los dos distritos más grandes que están pintados de rojo.

Eso sí, la elección de Posse lo obligó a redoblar su propia apuesta y poner a su hija, Macarena, como principal candidata del distrito. Con este movimiento, el intendente no solo se aseguró seguir teniendo el control local, en caso de ser electo, sino también la posibilidad de volver a presentarse en un futuro y esquivar la nueva ley que prohibirá las re-reelecciones desde 2027.

Pero no será fácil. Como era de esperar, Bullrich plantó un candidato local y la pelea promete ser pareja de lo pensado. Sucede que Ramón Lanús, el elegido, no llegará solo a la competencia. El dirigente local logró armar una alianza con Convocación, el vecinalismo más fuerte que existe en todo el Conurbano.

Justamente, Bullrich estuvo hace pocos días atrás en el distrito para apoyar el acuerdo.Ramón Lanús es nuestro candidato, no nos torcieron el brazo, lo quisieron hacer, pero los sostuvimos. Nosotros creemos en la alternancia, para nosotros es necesario que haya mandatos limitados, creemos que Juntos por el Cambio tiene que tener coherencia y entonces llegó la hora de que también aquí en San Isidro venga una nueva oportunidad para nueva gente, con nuevas ideas”.

El doble desafío de Posse: apuesta en la Provincia y la alianza que podría desbancarlo de San Isidro

El acuerdo sellado entre Lanús y Convocación tendrá a los primeros candidatos a concejal a favor del vecinalismo y también contará con la exmano derecha de Posse, Carlos Castellano en la lista. 

Es la primera vez que el vecinalismo se unirá a un armado y no irá con su tradicional boleta corta. En las elecciones de 2021, Convocación sumó un 15 por ciento de los votos; mientras que en 2019 alcanzó su techo el 20 por ciento.