El camino rumbo a las elecciones cada vez es más corto y, en la provincia de Buenos Aires el gobernador Axel Kicillof sabe que, para poder lograr la reelección, tiene que poner el foco en la inseguridad que afecta al Conurbano bonaerense y que ya empezó a extenderse con fuerza más allá del área metropolitana.

Hoy la puja central pasa por lo que sucede entre el gobierno nacional y la Provincia. Lo que queda a la vista es la interna del Frente de Todos. Con Kicillof y el ministro de Seguridad bonaerense, Sergio Berni, lanzando dardos hacia arriba con el fin de exponer al presidente Alberto Fernández y a Aníbal Fernández en relación a la inseguridad. En un marco de chicanas, con los vecinos del Conurbano como rehenes.

Eso sí, el pedido es claro. El gobernador busca sacar de nuevo a la superficie la solicitud de 6 mil gendarmes para la Provincia. No es algo nuevo. Lleva más de tres años. Y así lo expuso el mandatario. Pero la insistencia actual toma forma en la previa de las elecciones y es por eso que la Nación también negocia hacia adentro.

"Siempre requerimos, solicitamos casi te diría enfáticamente el envío de seis mil gendarmes a la PBA", afirmó Kicillof en las últimas horas. Y reconoció que "se habló, hubo conversaciones, muchas, incluso con el Presidente por el envío de gendarmes, todavía no mandaron ninguno de esos seis mil". 

La Provincia busca responsabilizar a la Nación por no poder hacerle frente a un tema que hoy podría definir la elección. Incluso Berni fue más allá al explicar en una entrevista con La Nación que desde que el ministro de Seguridad nacional perdió las elecciones de 2015 "está muy enojado con la provincia de Buenos Aires, está resentido. Y no se puede gestionar con rencor".

La intención de la Nación es poner mil gendarmes en algunos distritos de la Provincia como Pilar, Tigre, La Matanza, La Plata y Avellaneda. Cuatro de cinco municipios gobernados por el Frente de Todos.

El jefe comunal de La Plata, Julio Garro, fue claro al respecto. “Es fundamental que se dejen de lado las disputas políticas y se convoque a los intendentes a una mesa de diálogo y de trabajo, para articular esfuerzos y dar batalla a la avanzada del delito y el narcotráfico en la Provincia”.

Mientras que, por su parte, desde Lanús, Néstor Grindetti, celebró la acción pero aclaró que "es fundamental que nos convoquen a los intendentes para poder coordinar mejor esos esfuerzos y lograr mejores resultados. Estamos siempre abiertos al diálogo”.

En ese marco, los intendentes del FdT y de Juntos presionan por respuestas. El pedido es claro: mayor presencia de las fuerzas de seguridad. Lo que sucede hacia adentro de los oficialismos municipales es que los vecinos dirigen sus reclamos a los jefes comunales y esperan de ellos las soluciones que, en definitiva, pueden torcer la decisión del voto.

Acá no hay una cuestión de colores políticos. Si no hay resultados nos afecta a nosotros también. Pero estamos quedando presos de la propia interna del Frente de Todos. Son tres o cinco personas que se están peleando por dónde poner un voto con la vida de las personas de fondo. No se puede ser tan ruin”, le dice un intendente de la oposición a Data Clave.

En la charla informal, el jefe comunal también dio su mirada sobre el esfuerzo de los intendentes en conseguir las policías locales y aseguró que una postura que “es algo más mediático que real. Los intendentes saben que no les van a dar el control, lo que hacen es instalar el tema para que la gente entienda que la responsabilidad de lo que sucede hoy es de Kicillof”.