La Cámara de Diputados palpita la llegada de una nueva ley de Bases que los pasillos es denominada como “ley ómnibus bis”. Las charlas del oficialismo con los posibles bloques aliados comenzaron pero tuvieron centro en Casa Rosada y no en el despacho del presidente de Martín Menem.

Los primeros en acercarse fueron los más cercanos. El bloque PRO, liderado por Cristian Ritondo, se reunió con el jefe de gabinete Nicolas Posse y el ministro del Interior, Guillermo Francos. Lo mismo hizo el radicalismo con el cordobes Rodrigo de Loredo como referente. En esa ocasión, el bloque UCR pidió que la reforma de la movilidad jubilatoria “no se discuta” en la ley de Bases. Entienden que puede demorar el tratamiento en general del proyecto como ya ocurrió en las sesiones extraordinarias y quieren un tratamiento por separado proyecto aparte. 

El tercer bloque en asistir a un cónclave en casa de gobierno fue Hacemos Coalición Cívica, que preside Miguel Ángel Pichetto, este lunes. Fue la última avanzada desde Diputados para cerrar una primera ronda de consultas previas. La certeza que dejó este raid de encuentros es que la nueva “Ley Bases” llegará al Congreso recién después de la semana santa y el fin de semana XXL con feriado puente por el día de los caídos en Malvinas. Recién después de esa fecha se activará el trabajo en las mismas comisiones que lo hicieron durante las sesiones extraordinarias.

En ese marco de discusión, con una Ley ómnibus bis que podría contener la discusión por la fórmula jubilatoria que dialoguistas quieren por separado porque hay diferencias por ahora insalvables, el rumor que comenzó a circular por los pasillos es que el Gobierno podría accionar con un nuevo DNU y aplicar nueva cláusula de ajuste. La pregunta llegó a las conferencias de prensa del vocero presidencial, Manuel Adorni, que descartó “por ahora” que esa sea una alternativa. “Creemos que el debate debe darse entre todos los sectores y lo debe dar la política”, aseguró el funcionario.

“Lo del DNU se mencionó o se dejó entrever”, confirmó a este portal una fuente parlamentaria directa de los bloques dialoguistas consultada sobre este rumor. La opción apareció en las conversaciones con el Gobierno y pueden generar un nuevo pico de tensión justo cuando se intentan achicar las diferencias. Los bloques reclaman darle prioridad a la discusión en el parlamento, presionaron con una sesión especial logrando que se active la comisión, y si volviera a saltarse la instancia de debate podría generar una nueva rispidez. 

La reunión de la comisión de Previsión y Seguridad Social que debía realizarse esta semana recién fue confirmada este martes para el jueves. La semana pasada, en una convulsionada y desordenada reunión, la presidencia quedó en manos de la Unión Cívica Radical que designó a la diputada Gabriela Brower de Koning como presidenta. Es misión del Congreso definir una nueva fórmula que asegure el derecho constitucional de movilidad de los aportes y que enfrente la presión inflacionaria. Por eso acabamos de convocar para el jueves a las 12:00 hs a reunión de la Comisión de Previsión y Seguridad Social de la Cámara de Diputados para empezar el debate en base a los proyectos que hoy se encuentran con estado parlamentario”, dijo la diputada radical. 

Sin embargo, no se pudo realizar un plenario junto con Presupuesto y Hacienda, que preside el ahora libertario José Luis Espert, por lo que el tramite tendrá dos etapas y los tiempos corren.

Por ahora, y tras la escueta versión del vocero, entienden que la alternativa DNU es “por sino no se llega a establecer una nueva fórmula para los ingresos de abril” en la discusión parlamentaria. En ese caso, “no creen que trabe” la ley ómnibus. “Desde el bloque siempre hubo predisposición para que salga una ley y haya pacto el 25, siempre estamos buscando consensos”, afirmaron.

Aunque otras voces de los mismos bloques “dialoguistas” comienzan a cansarse con el ida y vuelta. “El Gobierno ata todos los temas a la Ley Ómnibus”, se quejan y aseguran que la propuesta del oficialismo con respecto a un ajuste del 10% para compensar la pérdida de enero no es admisible. “La inflación se come todo el aumento”, afirman por lo bajo.

El gobierno gana tiempo y mantiene el Plan B para las jubilaciones a tiro. Pero puede tener un costo no querido.