Un día antes de la firma del dictamen el presidente de la comisión de Presupuesto y Hacienda, el oficialista Carlos Heller (CABA), anunció un paquete de modificaciones al dictamen final del oficialismo que alertó a la oposición. Por esa serie de cambios, la firma se demoraría unas horas más de lo esperado.

Allí, el oficialismo metió un artículo que no estaba en el proyecto enviado por el ministro Martín Guzmán que incorpora un aumento en los los Impuestos Internos a los electrónicos importados y fabricados en el país. Los primeros pasarán del 7% actual al 17%, mientras que, para los ensamblados en Tierra del Fuego, se creará un gravamen del 6,55% en lugar del 0% actual. Esto quedará efectivo si la Cámara de Diputados da media sanción este miércoles al proyecto de Presupuesto 2021.

El Frente de Todos busca abandonar una política central en el gobierno de Mauricio Macri que buscaba una reducción que hubiera terminado en la eliminación de todo tipo de imposiciones en el rubro para 2024. El cambio de paradigma apunta a la tecnología tanto de consumo como la que utilizan los procesos productivos o educativos. Además, se retoma el esquema de protección a la producción patagónica.

La nueva imposición aparece en el artículo 111 y se hace efectiva a partir del 1 de enero en caso de que el Congreso ratifique el Presupuesto e impone un periodo de vigencia hasta el 31 de diciembre de 2025. 

“Esto no se conversó en ningún momento, nunca entró en la mesa de debate del Presupuesto, apareció en el paquete de más de 40 artículos que nos desayunamos a último momento en la comisión”, dijo una fuente parlamentaria de la oposición muy presente en las negociaciones con el oficialismo. Según aseguran en el sector, esto terminará impactando directamente en los precios por lo que denuncian “un nuevo impuesto interno al consumo” que aumentará el valor de los productos al consumidor final. 

El Presupuesto 2021 cuenta con los votos necesarios para avanzar con la media sanción este miércoles en la sesión que ya convocó el oficialismo en la Cámara de Diputados. Bloques federales aseguran su voto positivo mientras que Juntos por el Cambio debe definir a último momento si finalmente se abstiene en la votación o confirma un rechazo total al proyecto del Ejecutivo.