Como la cigarra, el peronismo siempre vuelve. Resucita. O emerge, como definición más correcta. Es que, aunque no lo parezca, el voto en favor del justicialismo siempre está ahí. Agazapado. A la espera de aparecer en el momento justo. Casi siempre ante la hora más crítica. Y estas elecciones no fueron la excepción.

El empuje de los intendentes fue determinante para conseguir el triunfo de Axel Kicillof en la provincia de Buenos Aires y para poner a Sergio Massa en primer lugar en las elecciones nacionales. Con algunos resultados que sorprendieron hasta a la propia dirigencia y otros que, por estas horas del lunes, todavía no tienen definición.

Para empezar, el peronismo ganó 15 nuevos municipios y perdió el control de 3. Entre aquellos que sumaron se destacan Lanús y Bahía Blanca, dos bastiones claves de la tercera y de la sexta sección. Además, también ganó en Suipacha, Ramallo, Brandsen, Bragado, Chacabuco, Rivadavia, Dolores, Coronel Rosales, Carmen de Patagones, Olavarría, Azul, Salliqueló y Tres Arroyos.

Lo de Lanús fue sin dudas el golpe más duro que atinó el peronismo en el Conurbano. No solo por un triunfo categórico (44 a 34) sino porque se trató de una victoria en el corazón de Juntos en la provincia de Buenos Aires ya que su intendente durante los dos últimos periodos fue Néstor Grindetti, el candidato a gobernador de la coalición opositora.

Julián Álvarez, de La Cámpora, construyó un triunfo que tuvo como gran valor la unidad del peronismo local que, luego de imponerse en las PASO con la sumatoria de cuatro listas, logró mantener buena parte de los votos para imponerse ante Diego Kravetz, el jefe de Gabinete y secretario de Seguridad local que apostó a ser sheriff a través de algunas propuestas de mano dura y cayó en el intento.

Con su victoria, Unión por la Patria retomó el control de un histórico distrito que fue gobernado durante varios años por el dirigente peronista Manuel Quindimil, uno de los grandes barones del Conurbano y que no pudo recuperar de 2015 a esta parte.

Por su parte, en Bahía Blanca, Federico Susbielles se impuso por más de 4 puntos al representante local de La Libertad Avanza y por más de 12 a la postulante de Juntos. De esta manera, el dirigente de La Cámpora quedará al frente de un distrito donde, a nivel nacional, resultó vencedor Javier Milei.

Los triunfos de Lanús y Bahía Blanca, además, aportan una territorialidad de peso debido a su fuerte influencia en la tercera y sexta sección, respectivamente. Lo mismo pasa con las victorias conseguidas en Olavarría y Azul, los dos principales distritos de la séptima sección. Allí, UxP se impuso gracias, también, a dos referentes de La Cámpora: Maximiliano Wesner y Nelson Sombra.

Donde todavía queda tela por cortar es en La Plata y en Pinamar, dos distritos que tras el escrutinio provisorio terminaron con un empate técnico y ahora se deberá esperar el recuento final. En la ciudad de las diagonales, Julio Alak, exintendente y ministro de Justicia de Kicillof, quedó arriba por poco más de 800 votos (0.2 por ciento) cuando todavía quedar por saber cómo votaron más de 15 mil vecinos. De ganar Alak se trataría del golpe más duro para Juntos en estas elecciones.

En la ciudad costera, todo quedó aún más peleado. Juan Ibarguren, el candidato que eligió el jefe comunal, Martín Yeza, ganó, hasta el momento, por 67 votos, un 0.3 por ciento. El representante de Unión por la Patria, Gregorio Estanga, quedó a la expectativa de la decisión que tomaron 352 difíciles. No será fácil.

De triunfar en ambos distritos, Unión por la Patria llegaría a 17 nuevos gobiernos locales, un número que ni el más optimista alguna vez soñó.