Ayer a la noche se encendió la polémica con los sectores del campo luego de la decisión del Presidente Alberto Fernández de cerrar las exportaciones de carne por 30 días para intentar contener la inflación. La iniciativa generó el rechazo unánime del sector agropecuario, que se reunieron de urgencia esta mañana e incluso anunciaron la posibilidad de realizar medidas de fuerza.

Al respecto, en diálogo con Radio 10, el mandatario justificó su postura y señaló que “del 2015 al 2019 se le dio total apertura al sector, pero no aumentaron la cantidad de cabezas. Lo único que aumentó es el precio de la carne. La apertura no favorece a los mercados, beneficia a los más poderosos".

Y subrayó: "No se aguanta más esa tensión en los precios internos. No podemos ver cómo crece el precio de la carne mes a mes sin justificativo. Sube el precio y baja el consumo. No es que el precio sube porque crece la demanda".

En la misma sintonía, Fernández remarcó la necesidad de implementar mayores controles y disparó: "Tenemos que terminar con los exportadores que exportan carne como si exportaran camisas. Hay que tener ciertos requisitos".

Asimismo, Alberto indicó: "La charla con los exportadores fue en buen tono y entienden el problema que hay. Solo no les gustan las soluciones”. Y añadió: “Tenemos que poner orden en el Mercado de Liniers. No es posible que allí se venda carne para exportación”.

Respecto de la polémica con la venta de carne por fuera de las carnicerías en grandes mercados, el Presidente aclaró: “Las cadenas de supermercados solo representan el 25% o 30% de la venta de carne y ellos en general han respetado los acuerdos que generamos. El problema no está tan ahí”.