El nivel de utilización de la capacidad instalada en la industria (UCII) llegó en noviembre al 68,8%, lo que representó no solo una suba frente al 63,3% de igual mes del año pasado, sino que se ubicó apenas 0,4 puntos porcentuales por debajo del máximo histórico de noviembre del 2017.

Este crecimiento se dio de la mano de un aumento del 10,1 interanual de la actividad industrial durante noviembre, informó también el  Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).

Apenas se difundió el dato, el ministro de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas, celebró las cifras al señalar a través de su cuenta de twitter que la UCII “llegó al 68,8% en noviembre. Es el valor más alto en 4 años. Estamos saliendo de la mano de la producción y el trabajo argentino”.

Lo cierto es que el “techo” en la UCII no es uniforme. Mientras sectores como el de Metálicas Básicas llegó al 86,9%, o el de Minerales no metálicos-ligado a la construcción, ascendió al 81,5%, otros rubros, todavía tienen un camino por recorrer. Por ejemplo, la Industria automotriz solo está operando al 60%, y la metalmecánica al 54%.

El uso de la capacidad instalada de la industria se acerca a su record histórico

En este marco, mientras que en el gobierno estiman un crecimiento de la economía en torno del 4%, en el sector privado las expectativas son más bajas, en torno del 2,5%, y 3%. Según la consultora Abeceb, la producción de vehículos crecerá un 8,3% en 2022, impulsada por las ventas externas y lo que caracteriza como un “mercado interno cautivo”.

La consultora que dirige el ex ministro de Producción del gobierno de Cambiemos, Dante Sica, le dio buenas perspectivas este año es el de la producción de aparatos de uso doméstico y de electrónica de consumo, a los que asigna incrementos en la producción en torno del 15%. 

En estos casos impactaría favorablemente la continuación de los programas oficiales de subsidios al consumo (Ahora 12 y otros), además de cierta aceleración en el recambio tecnológico en compensación por los retrasos anteriores derivados de la caída del poder adquisitivo.Estos movimientos deberían impulsar las actividades de base, como la siderurgia, la química y la extracción de petróleo y gas, que elaboran los insumos difundidos de las industrias.

Por otro lado, la agroindustria podría ser también uno de los motores, aunque menos destacado, porque habrá que observar el impacto de la sequía. Por todo esto, Acebeb, apunta a una inversión “para mantener el capital” y solo en algunos sectores puntuales, puede haber una ampliación de plantas, ligada a la mayor demanda.

En tanto, el economista Carlos Melconian advirtió que “todavía no se ha vuelto ni al estancamiento del período 2011-2019. El Gobierno hace muchísimo más bombo de lo que es. Se trata de la imperfecta recuperación de la pandemia. Más que imperfecta, es asimétrica. Hay sectores que siguen profundamente sumergidos", indicó.

“El sector privado no tiene condiciones para crecer en la Argentina", donde no se ve "ni el empate de la inversión para la reposición del capital", dijo el economista en declaraciones a la prensa.