La recuperación de la economía no fue en 2021 un mero “rebote”, sino que se recuperó casi todo lo perdido en lo peor pandemia. Algo similar ocurrió en el mercado de trabajo, en el que los datos muestran una clara tendencia de mejora por lo que subyacen los desafíos que quedaron en 2019: la precarización y los bajos salarios. 

Los últimos datos del panorama "Panorama Mensual del Trabajo Registrado” del Ministerio de Trabajo mostraron que la ocupación registrada en el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) volvió a crecer en octubre y ya hay casi 240.000 trabajadores más que en febrero de 2020, cuando todavía no había comenzado la crisis sanitaria

Los desafíos del mercado laboral pospandemia: precarización y bajos salarios

Así, en octubre de 2021, el segmento ocupacional del empleo asalariado registrado privado tenía 146.000 personas más que en octubre de 2020. En detalle, en los últimos doce meses se alcanzó a recuperar el 78% de los puestos de trabajo asalariados del sector privado perdidos durante los primeros meses de la pandemia: 148.000 sobre un total de 188.000 empleos.

Precarización

Por otro lado, la mejora en el empleo viene siendo traccionada por el empleo “independiente” que en general enmarcan situaciones de trabajo precario. Un análisis muy interesante es el que realizó el director del Observatorio del Derecho Social de la CTA-Autónoma, Luis Campos

“En los últimos meses todas las categorías ocupacionales muestran aumentos mensuales, pero la comparación con la situación prepandemia sigue mostrando resultados muy dispares: el crecimiento se explica por los monotributistas y el sector público”.

Tweet de Luis Campos

En efecto, el reporte del Ministerio de Trabajo mencionado anteriormente evidenció que, en la comparación interanual de octubre pasado, el total de personas asalariadas se expandió 2,6% (+251.300 trabajadores). 

Ese incremento se debe, principalmente, a las variaciones positivas verificadas en el sector privado y público, que incorporaron 142.300 y 111.700 trabajadores, respectivamente (variaciones del 2,5% y 3,5%), ya que el trabajo en casas particulares mostró una caída del 0,6% (2.600 trabajadores menos).

Lo más sobresaliente: el trabajo independiente en conjunto se expandió 7,9% (+189.700 trabajadores) en la comparación interanual. Se registraron expansiones en monotributo y monotributo social (+9,3% y +12,7%, respectivamente) y una caída en la cantidad de aportantes al régimen de autónomos (-2,4%).

“A nivel sectorial el crecimiento de los asalariados registrados del sector privado en octubre se explica en su totalidad por los sectores que más sufrieron durante la pandemia: construcción, comercio y hoteles y restaurantes. El resto están relativamente planchados, añadió Campos.

Los desafíos pospandemia

En ese sentido, un reporte realizado por el Área de Capacitación y Estudios sobre Trabajo y Desarrollo (Cetyd) que forma parte de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM) destacó los últimos datos del mercado de trabajo del INDEC

En el tercer trimestre de 2021 la desocupación bajó a 8,2%, el registro más bajo desde fines de 2017, y las tasas de actividad y de empleo volvieron a los niveles anteriores a la pandemia, precisaron.

No obstante, advirtieron que el empleo formal no ha alcanzado el dinamismo necesario para liderar la recuperación del mercado de trabajo y “recrear un nuevo proceso de creación de puestos y reducción de la precarización”.  Por eso, apuntaron que los indicadores laborales recientes son alentadores pero indicativos de los desafíos que vienen

Los desafíos del mercado laboral pospandemia: precarización y bajos salarios

Para el Cetyd, el razonamiento de que el patrón de creación es similar al del período 2016-2019 está basado en el trabajo informal e independiente “es certero, pero poco revelador”. “La expansión del trabajo informal e independiente ha sido más veloz que la del empleo formal porque su caída durante 2020 fue mucho más abrupta, explicaron. 

De cara a los próximos años, consideraron que es la oportunidad de construir la “segunda etapa”, de enfrentarse al “dilema anterior” a la irrupción del Covid-19: “Continuar con el esquema de crecimiento de la actividad con trabajo precario e informal, característico del período 2016-2019, o alcanzar un modelo de expansión del trabajo con plena vigencia de derechos e institutos laborales”.

Recuperar el salario

En este contexto, el Gobierno busca un acuerdo de precios que permita “anclar expectativas” y mejorar los ingresos en términos reales. Ese esquema forma parte también de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) según suelen repetir los funcionarios cada vez que pueden.

Lo cierto es que cualquier proceso de recuperación económica sostenida debe ser acompañado por la mejora en el salario real de quienes trabajan. Los últimos datos del INDEC, a octubre pasado, mostraron que ese fue el cuarto mes consecutivo de mejora en el promedio de los salarios.

Lo cierto también es que esa mejora se da desde niveles muy bajos. La consultora LCG indicó que desde el máximo alcanzado en noviembre de 2017, los salarios acumulan 47 meses de caída real, ostentando una pérdida del poder adquisitivo del 21,7% promedio

“En tanto, los más afectados han sido los trabajadores informales, para los cuales la pérdida real alcanza el 33,7%, mientras que la misma resulta del 17,5% para los formales, añadieron.

Los desafíos del mercado laboral pospandemia: precarización y bajos salarios

En este sentido, la consultora que dirige Guido Lorenzo aclaró que, aunque se espera que el promedio salarial de los registrados en diciembre de 221 sea un 3,3% mayor que en diciembre de 2020, el año pasado los salarios habrían vuelto a perder poder adquisitivo (-2,9% anual respecto al promedio de 2020).