La Asociación Empresaria Argentina (AEA) tuvo su primera reunión del año en un 2023 muy político por las elecciones presidenciales. En línea con Juntos por el Cambio, hubo una fuerte crítica al Gobierno por la inflación y llamó a la dirigencia política a “respetar las instituciones”.

La poderosa entidad que nuclea a los empresarios más importantes de Argentina tuvo su primer encuentro anual en el piso 24 del Sheraton Hotel de Retiro con su tradicional directorio y con la incorporación de nuevas figuras. Entre las flamantes apariciones, se destacan Claudia Álvarez Argüelles, presidente y CEO de Álvarez Argüelles Hoteles; Pierpaolo Barbieri, fundador y CEO de la Ualá; Martín Castelli, presidente de Blue Star Group; Ignacio Lartirigoyen, cofundador y Presidente de Lartirigoyen & Cía y Enrique Duhau, presidente de AE Duhau.

Por otra parte, el directorio ratificó la presidencia de Jaime Campos y se reeligieron en sus cargos a Federico Braun, como vicepresidente; a Julio Saguier, como vocal y se designó a Mariano Bosch como nuevo vocal. Se mantienen como vicepresidentes Luis Pagani (Arcor), Paolo Rocca (Techint), Héctor Magnetto (Clarín), Sebastián Bagó (Bagó), Carlos Miguens (Grupo Miguens), Alfredo Coto (Supermercados Coto), Cristiano Rattazzi (Gruppo Modena), Federico Braun (La Anónima) y Luis Pérez Companc (Grupo Pérez Companc).

Las principales críticas de AEA al actual Gobierno van en línea con los desplantes públicos que suele hacer Juntos por el Cambio, que son los problemas con la inflación, el déficit fiscal y una nueva preocupación que suman por el endeudamiento público y la “bomba de tiempo” que le quedará a la próxima gestión que asuma.

En ese marco, lo primero que planteó AEA es que "el respeto a las instituciones de la República es una condición necesaria para el desarrollo", en relación a la pelea pública que tiene el Gobierno con los integrantes de la Corte Suprema de Justicia. En cuanto al rumbo económico, plantearon que “es inevitable que Argentina para desarrollarse pretenda alcanzar la normalidad en lo que se refiere a sus políticas económicas". 

"Durante largos años hemos convivido con el flagelo de la alta inflación, con déficits permanentes en las cuentas públicas, con la ausencia de una moneda doméstica respetada, con una muy elevada y distorsionada presión tributaria sobre el sector formal, con cambios permanentes en las reglas de juego, con varios tipos de cambio, con injerencias indebidas en el ámbito propio de las empresas como son los controles de precios, o las múltiples restricciones vinculadas al comercio exterior; por solo nombrar algunas anomalías”, destacó el comunicado de la entidad.

En ese marco, advirtieron que “somos conscientes que para revertir dichas anomalías -que son insostenibles en el tiempo- y adoptar políticas económicas virtuosas como las que imperan en los países exitosos, Argentina deberá inevitablemente asumir desafíos significativos”.

Y sobre este último punto, señalaron que será necesario “un trabajo político y técnico muy arduo y riguroso que no admitirá improvisaciones” para poder corregir la situación actual del país. 

Y cerraron: "Los beneficios para la Argentina de avanzar decididamente en esta dirección son evidentes ya que posibilitarán la movilización de las energías del sector privado generando más ingresos, empleos y reduciendo la pobreza. Lo que a su vez, permitirá el pleno aprovechamiento de las oportunidades que ofrece nuestro país en materia agropecuaria, energética, minera, así como en los sectores manufacturero y de servicios”.