Un reto por las formas, un correctivo por las decisiones que tomó. ¿Será la tercera la vencida para el juez Martín Bava en la causa por el presunto espionaje a familiares de las víctimas del ARA San Juan? Ya durante el primer pedido de apartamiento que le inició Mauricio Macri, la Cámara Federal lo había “intimado” por sus consideraciones.

Esta semana, lo retó por no haberle dado permiso a Silvia Majdalani para viajar a Uruguay. “El proceso penal no puede convertirse en un castigo para el imputado por el solo hecho de estar sospechado de la comisión de un hecho delictivo”, dijeron los camaristas Alejandro Tazza y Eduardo Jiménez.

La tercera cosa que les va a tocar resolver a los integrantes de la Cámara Federal de Mar del Plata es justamente el segundo pedido de apartamiento que formuló la defensa de Macri. Al contrario de la primera vez, en esta oportunidad se decidió abrir la audiencia, que se realizará el próximo viernes 12 de noviembre. Esto significa que Pablo Lanusse -ex fiscal y abogado defensor- podrá plantear todos los cuestionamientos contra Bava, presentar las evidencias correspondientes y después, se tomará una decisión.

Al tanto de esta situación, el juez tomó dos decisiones: la primera, le hizo lugar al pedido de la defensa con respecto a escuchar a varios testigos, entre ellos el ex jefe de la Casa Militar, a la interventora de la Agencia Federal de Inteligencia y a Cristian Ritondo en su rol de integrante de la comisión de control de los organismos de inteligencia. También se presentarán esta semana el ex ministro de Defensa Oscar Aguad y el ex secretario general de la Presidencia Fernando de Andreis.

Las citaciones son para el 10 y el 11 de noviembre. Esto fue leído como una señal de que no habrá procesamiento hasta después de la decisión de la Cámara, ya que en Tribunales sostienen que se tienen que evaluar esas testimoniales antes de dar una definición sobre la situación procesal de Macri. Incluso, esto significaría que finalmente la resolución saldría después de las elecciones legislativas, al contrario de lo planteado por el ex presidente durante su indagatoria.

Por supuesto que cualquier decisión está prácticamente supeditada a lo que defina la Cámara sobre Bava: apartarlo o ratificarlo. Si es un apartamiento, habrá que evaluar en qué condiciones se realiza, si es por falta de imparcialidad o por otro motivo. Si es que lo remueven de la causa porque consideran que actuó con parcialidad, puede derivar todo en una serie de nulidades. Si los camaristas sostienen que estos delitos no deben investigarse en Dolores, le abriría la puerta triunfal a que el expediente pase a Comodoro Py pero quedaría ratificada -hasta ese punto- la causa llevada por el juez.

Sobre ese pequeño detalle, Macri hizo también una movida. Imitando lo que ya había planteado Gustavo Arribas el año pasado, presentó un planteo de inhibitoria para que el expediente sea sacado de Dolores y se dirija a Comodoro Py. Hay un antecedente que hace sonreír a aquellos que aspiran a que la causa vaya a Py: el 30 de diciembre del año pasado, el juez Martín Irurzun le dijo a Ariel Lijo que reclame la causa por la instalación de las nueve bases AMBA de la AFI. Esa causa está hermanada con el espionaje a los familiares.  

Para sostener eso, Irurzun consideró que las órdenes ilegales se habrían formulado desde la sede central de la Agencia -que queda en la Ciudad de Buenos Aires- más allá de que las bases y las conductas delictivas se desplegaron en la provincia. Ni Lijo ni el fiscal Franco Piccardi habían coincidido con esos planteos en su momento.

La llave para desentrañar la hasta ahora exitosa estrategia judicial de Macri la tiene la Cámara Federal de Mar del Plata. El ex presidente ganó tiempo y desgastó la figura del juez que lo llamó a indagatoria. La defensa confía en que podrán apartarlo pero, en todo caso, saben que el partido definitivo sobre lo que suceda se jugará en la Cámara de Casación Federal, que vive hace meses momentos complejos luego de que se filtrara que dos de sus integrantes visitaban a Macri en la Quinta de Olivos y en Casa Rosada. Casación puede elegir dónde se mete y hasta qué punto: cabe recordar que fue clave para que la causa por el espionaje ilegal pasara de Lomas de Zamora a Py, lugar donde está prácticamente congelada.