Alberto Fernández finalmente suspendió su visita del lunes a la Provincia de Mendoza y todo apunta a que se debe a la situación epidemiológica. Sin embargo, desde el Gobierno sostienen que es por "problemas de agenda".

Tal como explicó Data Clave, hay hermetismo en el Gobierno Nacional y los gobernadores por los aumentos de casos por coronavirus y la crisis sanitaria que hay en el sistema de Salud, sobretodo en lo que refiere al sector de camas de terapia intensiva.

La Sociedad Argentina de Terapia Intensiva (SATI) advirtió mediante sus representantes que hay cuatro provincias que están llegando al 100% de ocupación. Una de esas provincias es Mendoza, sumada a los casos de Córdoba, Santa Fe y Jujuy.

Ante esto, y teniendo en cuenta la preocupación, Alberto Fernández no visitará a la provincia cuyana. Sin embargo, el argumento de su entorno es que no se debe al rebrote, sino que es por “problemas de agenda”.

En Mendoza la situación epidemiológica es muy compleja y se llegó en la semana a un pico de 700 casos. En el gobierno provincial analizan con seriedad anunciar un retroceso tras tener durante meses una política aperturista. Mendoza actualmente tiene 10.182 casos confirmados por coronavirus y 147 muertes.

El Presidente ya escucha diversas voces que recomiendan dar marcha atrás por unos días para controlar la situación. Santa Fe lo hizo el viernes y Mendoza es otra provincia que, por el aumento de casos, muchos especialistas entienden que debería hacerlo.

El problema es quién paga el costo político en momentos que la gente ya no quiere saber nada de aislamiento. Cerca del Presidente le recomiendan que sea en consenso con los gobernadores y le aconsejan no dar ningún paso en falso. El fin de semana algunos colaboradores le avisaron a Fernández que el viaje a Mendoza podría ser una trampa política. Dicen que hay intendentes opositores que estaban esperando el viaje para visibilizar algunos reclamos. La decisión sobre el aislamiento o vuelta a la cuarentena estricta empieza a ser más política que nuca, justo en el peor momento de la pandemia en la Argentina.