El exministro de Salud de la Nación, Ginés González García, rompió el silencio luego de varios meses y criticó duramente al presidente Alberto Fernández por la forma en la que se manejó cuando le pidió la renuncia por la causa del "vacunatorio VIP", el primer simbronazo político que sufrió su Gobierno.

"No me parecía justificable lo que hizo conmigo y se lo dije. Si uno tiene que conducir, tiene que bancar, sino es difícil", lanzó el sanitarista en una entrevista con Mauro Federico en el programa radial WakeUp de Delta 90.3.

Y en la misma línea, agregó: "Hubiera querido hablar yo, me enteré por la prensa de que me habían pedido la renuncia. Nunca tuve algún tipo de problema. Me bajoneó y me pareció injusto, pero la sociedad está muy difícil, no es fácil gobernar en este tiempo".

El ex titular de la cartera sanitaria no escondió su enojo con el jefe de Estado por la forma en que se dio su salida del Gobierno nacional. González García aseguró que se fue "con la tranquilidad" de que no hizo "nada incorrecto y que no estuviera habilitado", en referencia a los pacientes mayores de edad que fueron "convocados" para vacunarse antes que el resto de la población.

"Quizás cometí alguna estupidez", reconoció después el ministro de Salud, aunque también advirtió que no es amigo de Horacio Verbitsky -como indicaba el periodista en el fragmento radial que se volvió viral y que destapó el conflicto- y que "se vacunó porque tenía 79 años".

"Algunos creen que fue una emboscada o una cama. No tengo pruebas al respecto. Verbitsky mintió al decir que es amigo mío", lanzó el ex ministro de Salud. Y si bien cuestionó al propio Alberto Fernández, también señaló que "no será perfecto el Gobierno, pero tampoco es que hace todo mal". "La situación no es fácil, está más encaminada pero es difícil", consideró.

Por otra parte, analizó cómo era la pandemia desde el comienzo y en qué situación se encuentra ahora: "Hace un año recién empezábamos a vacunar y estábamos negociando contratos. Hoy tenes una disponibilidad de vacunas total".

"Antes había más respeto y miedo sobre la enfermedad, hoy se perdió mucho y es otra de las razones de tantos contagios", agregó el ex ministro, además de que cuestionó a los pacientes que eligen no vacunarse. "Muchos creen que son omnipotentes y que nada les va a pasar. Y eso se traduce en las camas de terapia intensiva. No sé qué argumento falta para que se vacunen", lanzó.

Por otra parte, señaló: "Por supuesto que se podrían haber hecho las cosas mejor, pero Argentina es de los países con los mejores resultados del mundo". También añadió que "es logísticamente difícil vacunar cada cuatro meses", por lo que adelantó que "los principales líderes están trabajando en desarrollar vacunas que se prolonguen en el tiempo".

Por último, también contestó acerca de los escraches que sufrió en la vía pública y en algunos restaurantes: "En el tema judicial estoy muy tranquilo. Me preocupa más la gente, porque lo usan por el lado de la grieta. Pero en general no tengo problemas en la calle".