Arrancó desde temprano. El diputado de Juntos por el Cambio Fernando Iglesias fue uno de los primeros opositores en tomar un lugar en el recinto. Eligió el fondo, como los revoltosos en el colegio secundario. Desde allí, apenas ingresó la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner para dar inicio a la sesión preparatoria le gritó: "Pónganse el barbijo". Aviso de lo que vendría.

El clima frío por la distancia social fue abrigado por la voz de diputado del PRO: el principal objetor del discurso presidencial en la Asamblea Legislativa.

"Falso, mentira", disparó Iglesias cuando el presidente Alberto Fernández hizo alusión a las vacunas abandonadas durante la gestión Cambiemos, remarcando la vuelta del Sarampión. En escalada, cada párrafo del discurso fue cuestionado por el diputado macrista.

Al rato, ante la invitación del jefe de Estado para que los funcionarios presentes se levanten de sus asientos y aplaudan a los argentinos que han trabajado en el marco de la pandemia de coronavirus, "desplegando sus corazones al servicio de los demás", se oyó la voz de Iglesias cuestionando: "Dales las vacunas, hipócrita". Fue el único legislador que no se paró para aplaudir.

Más tarde, cuando el Presidente negó que haya privilegios en la aplicación de las vacunas contra el COVID-19 e indicó que por ese motivo pidió la renuncia del exministro de Salud, Ginés González García, Iglesias gritó: "Qué renuncien todos".

La situación llegó a su máxima tensión cuando Fernández habló de la deuda y el diputado opositor cuestionó que la gestión actual tomó "20 mil millones el año pasado". Allí el primer mandatario interrumpió su discurso y le respondió directamente al legislador: “Tuvo cuatro años para hablar. ¿Por qué no me deja hablar a mí, por favor?