La designación de un hombre del ministro de Infraestructura bonaerense, Gabriel Katopodis, como titular de AUBASA reavivó las fuertes diferencias internas que hoy mantiene el excandidato a presidente por Unión por la Patria, Sergio Massa, con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof. A tal punto que, en la actualidad, no hay una respuesta clara sobre el rol que tendrá el Frente Renovador en la alianza política con el PJ.

La situación hoy es de tensión. Y pese a que todavía no se puso en juego la unidad, no se descarta que los roces puedan provocar un quiebre que volvería a dividir al peronismo en un momento de máxima complejidad político, económico y social a lo ancho y largo del país.

Desde que el gobernador asumió en la Provincia en diciembre de 2019, la responsabilidad de AUBASA recayó en el Frente Renovador. Primero a través del intendente de General Las Heras, Javier Osuna; luego con Ricardo Lissalde, quien se hizo cargo a mediados de 2021. 

Tras la salida de este último (pegó el salto a la Cámara baja de la Legislatura) desde el massismo dieron por hecho la continuidad de un hombre propio al frente de la empresa privada que maneja el gobierno bonaerense. Incluso, ya tenían el nombre: Marcelo Marinucci, extitular de actual presidente de Trenes Argentinos Operaciones (TAO) durante el mandato de Alberto Fernández.

Sin embargo, Kicillof tomó otra decisión y le dio carta blanca a Katopodis para que complete la grilla a su criterio. Y, de esa manera, puso en funciones a Juan Guillermo Sauro, quien lo acompañó siempre desde su gestión como intendente en San Martín y también en Nación.

El Frente Renovador lo vivió como un desplante. Una acción que se suma a otras que, desde adentro, ya consideran que “son varias” y que provocó el enojo de Massa. La dirigencia del partido considera que Kicillof no reconoce el trabajo del exministro de Economía como principal candidato durante la última campaña. La mirada hacia adentro es concreta: “Sin Massa, salíamos cuartos”, le dice una fuente del partido a Data Clave.

La lectura que hace por estas horas el Frente Renovador es que hoy se da una puja de poder entre el kirchnerismo, con Kicillof por un lado y el presidente del PJ bonaerense, Máximo Kirchner, por el otro. Y que, en medio de esa división, se desconoce el rol del partido que no tiene intención de jugar para un lado ni para otro y que pretenden que Massa sea el principal líder de la oposición.

No es un cierre de listas, ni un poroteo por cargos”, sostiene la misma fuente. El conflicto hoy está en la representación de lo que se viene. Luego de la derrota en el balotaje, Massa quedó relegado y desde algunos sectores se le cargó la caída. Sin embargo, en lo que respecta a la puja bonaerense, el líder del Frente Renovador tiene en claro que hoy cuenta con un poder regional para nada despreciable con 20 intendentes que le responden de manera directa.

Desde Ejecutivo bonaerense minimizan el tironeo. “No hay ningún problema de nuestra parte. Es una designación correspondiente a un Ministerio. Solo eso”, le dijo a este medio un dirigente del gobierno provincial.

Cabe recordar que días atrás el FR llevó adelante un cónclave en Roque Pérez luego de lo que fue el desplante de parte de los legisladores del partido en la primera sesión extraordinaria que se llevó adelante en la Cámara baja de la Legislatura bonaerense. Con la venia de Massa, los legisladores no bajaron al recinto y expusieron de manera directa la bronca con Kicillof.

Argumentaron que los jefes comunales habían pedido mantener una reunión para discutir sobre algunas problemáticas en común. Sin embargo, desde ele Ejecutivo provincial negaron que ese pedido haya existido. Lo cierto es que el recorte del Fondo de Fortalecimiento de parte del presidente Javier Milei llevó a que Massa le muestre su respaldo al gobernador en un charla que mantuvieron el mismo día que se dio a conocer la noticias.

Sin embargo, las heridas todavía no están curadas. Es más, podrían volver a abrirse. A tal punto que las diferencias actuales también demoran el nombramiento de la extitular de AySa, Malena Galmarini, al frente del Grupo Provincia. Algo que tiene una clara implicancia política en torno la relación actual entre el gobernador y Massa. 

Así las cosas lo que resta saber es si la distancia de hoy se profundizará o si encontrará al menos una distancia de rescate lo más cercana posible para poder mantener la unidad del peronismo.