Las tensiones entre el gobierno nacional y el de la Ciudad de Buenos Aires vienen de larga data. A pesar de un inicio de gestión con entendimientos, en el comienzo de la pandemia del coronavirus, la relación se deterioró poco a poco. Hoy, no hay tal diálogo entre el Presidente Alberto Fernández y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. Al contrario, se multiplican los cruces y chicanas entre ambas administraciones.

El último cruce tiene que ver con un tema de fondo, más allá de la pantalla que significa la vuelta de la gestión de los colectivos a la Ciudad. El secretario de Transporte de la Nación, Diego Giuliano, sostuvo que la ciudad de Buenos Aires "debe recuperar su autonomía plena" para regular y controlar las líneas de colectivos "exclusivas de su territorio", y aseguró que esa postura fue analizada con "varios gobernadores e intendentes".

La cuestión de fondo es otra. El servicio de colectivos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), que abarca a la Ciudad y partidos del conurbano, se mantiene en la órbita del Estado nacional, que es el que lo regula y, además, fija los niveles tarifarios, que desde mediados de 2002 cuenta con un subsidio variable.

Desde Nación aseguran que aportan $15.000 millones a la Ciudad en subsidios al pasaje de colectivos cuando en el interior no se da la misma situación. Apuntan al pacto fiscal del expresidente Mauricio Macri en 2017.

En una entrevista en el canal A24, Giuliano confirmó que están "evaluando esta situación de disparidad y asimetría que viene de hace mucho tiempo y se agravó con el Consenso Fiscal del 2017, cuando donde prácticamente desapareció el subsidio al transporte del Interior".

"El hecho de que el Estado nacional continúe subsidiando a las líneas de transporte urbano de pasajeros que solamente van por recorridos dentro de la Ciudad de Buenos Aires perjudica a las otras provincias y ciudades que tienen un tratamiento distinto", expresó.

La situación fue motivo de controversia con otras jurisdicciones en las que la tarifa del autotransporte de pasajeros es hasta cuatro veces mayor que el valor mínimo de $18 que rige en el AMBA. Por caso, en Bahía Blanca el valor del pasaje es de 76 pesos.

Un reclamo de larga data

La transferencia del transporte forma parte de un plan global de traspasos que tiene antecedentes en el subte y la policía local. Pero además, se inscribe dentro de la disputa entre el kirchnerismo y Juntos por el Cambio por la quita de coparticipación a la Ciudad, materializada en 2020.

Ahora, desde el gobierno porteño señalan que este año les faltarían unos $ 120.000 millones, sin incluir el costo de los colectivos, si es que lo tienen que asumir.

Cabe señalar que la administración de Rodríguez Larreta ya asume una parte del costo de los subsidios al transporte (32 líneas que recorrer únicamente la Capital sobre 135 totales que cruzan el AMBA) y destina cerca de $ 25.000 millones al año para los colectivos y el subte.

En tanto, el senador provincial del Frente de Todos, Francisco "Paco" Durañona manifestó que "si pretendemos una Argentina verdaderamente federal, que promueva el Arraigo de sus comunidades, es necesario que CABA y PBA se hagan cargo de afrontar el costo de subsidios dentro de sus territorios y crear los entes de control respectivos".

Y disparó: "Resulta incomprensible que el conjunto de los Argentinos financie el grueso de subsidios a ciudadanos del AMBA, generando distorsiones y diferencias de hasta 10 veces mayor en el costo de servicios públicos a quienes vivimos en el interior respecto del Área Metropolitana".

Por último, Durañona apuntó: "Promover migración inversa del AMBA y el CONURBANO hacia el interior, garantizando el desarrollo local pleno, estimulando la igualdad entre todos los argentinos, sin importar el lugar donde vivimos, la ubicación geográfica o la cantidad de población, debe ser prioridad nacional".