En las últimas horas, Pablo Moyano, uno de los conductores de la Confederación General del Trabajo (CGT), se pronunció a favor del Salario Básico Universal (SBU) y cuestionó al Gobierno por "no atacar a los poderosos" y "no dar respuestas" a los reclamos. "Hoy, de 6 millones de trabajadores registrados en ANSES, solamente 2 millones cobran el salario familiar por hijo o hija", expuso. Y agregó: "Se tendría que universalizar el pago de las asignaciones a los 6 millones de trabajadores registrados".

Se trató, en concreto, de una respuesta que venía reclamando el referente del Frente Patria Grande, Juan Grabois. Una discusión que moviliza tanto los sectores internos del Frente de Todos como también a los aliados y que, también, mantiene alerta a la oposición.

Es por eso que este lunes se llevará a cabo en el comité que la UCR tiene en Avellaneda un encuentro que girará en torno al Salario Básico Universal y que tendrá como principales expositores al diputado nacional Fabio Quetglas y al economista Javier Curcio.

Bajo la consigna “Oportunidad o trampa” los oradores darán su impresión al respecto. En diálogo con Data Clave, Quetglas anticipa su posición. Y no duda en afirmar que “El Ministerio tiene 80 y pico de planes y Argentina, 130. No hay dudas de que hay inflación de planes sociales cuando hoy podríamos influir en la agenda con 15. No habiendo una propuesta de cambio de foco, lo del Salario pareciera más un título en una situación desesperada que una solución efectiva, sabiendo que no hay soluciones mágicas”.

Y agrega: “Lo cierto es que largás el ingreso universal y seguir imprimiendo es como echarle nafta al fuego de la inflación. Hay un agotamiento del modelo redistribucionista. O la Argentina piensa como los planes sociales se incorporan al trabajo, cambiando las reglas de acceso, o tiene un problema severo”. 

Quetglas suma que “heredamos una caja de herramientas de políticas sociales que nació en 2001 y que estaba muy justificada y durante 20 años no la modificamos. Hoy hay que mantener la garantías de ingresos mínimo en un momento de crisis, está claro. Pero se están cronificando los planes que, en definitiva, son un mecanismo de control que los mismos movimientos sociales te dicen que se utilizan para contener. No es una lucha contra la pobreza sino para contener”.

Para cerrar, el diputado nacional asevera que “la urgencia es que el gobierno tome de referencia el acuerdo con el fondo y limite la emisión. Y eso va a ser menos duro que un espiral inflacionario producto de una irresponsabilidad monetaria. Ese es el punto. No es pollo o pasta. Las opciones son complicadas. Para no licuar todos los salarios, tiene que anunciar que se va a cumplir a rajatabla el acuerdo”.