Daniel Angelici se acercó hasta la capilla ardiente que recién se terminaba de instalar en la Casa de Gobierno. El reducido grupo de íntimos autorizados expresamente por Claudia Villafañe para participar de ese tramo inicial de las exequias de Diego Armando Maradona, comenzaba a llegar cuando el ex presidente de Boca Juniors, evidenciando una congoja indisimulable, rompió en llanto y se inclinó sobre el féretro.

Luego de un par de interminables minutos, "El Tano" extrajo de su bolsillo un pin con el escudo de la institución xeneize y lo colocó en la solapa de la mortaja con la que había sido dispuesto el cadáver del ídolo popular más grande de todos los tiempos.

Junto a la familia de Diego, se encontraban en la improvisada sala mortuoria Carlos Tévez y Ramón "Wanchope" Abila, dos de las actuales estrellas del club de la Ribera. También compartía la triste velada "El Flaco" Rolando Schiavi, ex responsable de las divisiones inferiores de la institución boquense, ligado al "angelicismo" y desplazado por la actual gestión comandada por Riquelme y Ameal.

Cabe recordar que los Maradona mantienen una excelente relación con Angelici, a tal punto que en las elecciones para renovar autoridades "bosteras" de 2019, Diego apoyó públicamente a Christian Gribaudo, candidato del oficialismo que sería derrotado por la fórmula que encabezaron Jorge Amor Ameal, Mario Pergolini y Juan Román Riquelme. Gribaudo incluso, había llegado a ofrecerle a Dalma, la primogénita de Diego y Claudia, integrar su lista para ponerse al frente de la Secretaría de la Mujer de la institución. Finalmente, Dalma, por diversos compromisos, no aceptó la propuesta aunque prometió sumarse desde algún lugar. 

Si bien para algunos fue sorpresiva la presencia de Angelici en la Rosada -ya que siempre se lo vinculó con el macrismo- para otros no llamó tanto la atención. "El Tano está reconstituyendo vínculos con el oficialismo y ya mantuvo varias reuniones con allegados a la gestión Fernández", sostuvo una fuente con acceso a los despachos principales de la Jefatura de Gabinete.

La llave para el acercamiento fue la Justicia y el nexo, un viejo amigo: Juan Manuel Olmos. El jefe de asesores de Alberto Fernández tiene una histórica relación con el ex presidente de Boca. 

Si bien, las fuentes aseguran que se cuidaron de no verse en Casa Rosada, en los últimos dos meses las negociaciones con el oficialismo fueron intensas. Es que Angelici es la llave para que el kirchnerismo tenga mayoría en el Consejo de la Magistratura y puede avanzar con el nombramiento de jueces.

A mediados de noviembre renunciaron a sus bancas Juan Pablo Más Vélez, representante de los abogados de la Capital Federal, y Marina Sánchez Herrero, por los abogados del interior. Mientras Sánchez Herrero está alineada a Ernesto Sanz, Más Vélez responde al Tano. De hecho fue Angelici quien lo puso como presidente del Tribunal de Apelaciones de la ya desaparecida Superliga Argentina de Fútbol. El letrado fue clave en el recordado polémico fallo que revirtió una dura sanción a San Lorenzo detrás del cual estuvo la muñeca de Angelici. 

El recambio puso en las sillas del Consejo a los suplente Carlos Matterson y Diego Marías. Matterson es el abogado de diversos bingos y responde a Angelici. En tanto, Marías es hombre del exsecretario Legal y Técnico de Mauricio Macri, Pablo Clusellas, pero tiene aceitada relación con el Tano. Así Angelici se garantiza poder tener influencia sobre dos sillas claves para el kirchnerismo y lo que le permitiría quedar a tiro de los “acuerdos”.