La distancia de los comicios del 2023 está en ese punto que no es ni cerca ni lejos, una especie de limbo que habilita todo tipo de especulaciones, marchas y contramarchas. Y ante la falta de definiciones, las piezas comienzan a acomodarse en el tablero por sí solas, en medio del juego. Y quizás la madre de las batallas se defina en la provincia de Buenos Aires, por eso tanto el oficialismo como la oposición tienen el foco puesto allí.

En este sentido, Juntos por el Cambio tiene muchas expectativas allí. En efecto, la interna de la UCR del año pasado y el fuerte despliegue del PRO robusteció al principal espacio opositor. Y claro, el partido amarillo busca pisar fuerte en la provincia más populosa del país. Para eso tiene varios precandidatos lanzados caminando el territorio bonaerense, apuntalados a su vez por posibles presidenciables. Y la otra pata -no menos importante- es la de los intendentes, que serán clave en esta contienda. 

Los jefes comunales vienen pidiendo pista hace tiempo para conducir los destinos de PBA. Y en esta oportunidad no darán el brazo a torcer. Al menos por ahora, llegado el momento se verá. En ese derrotero, hay dos grandes faros que se llevan todas las miradas. Horacio Rodríguez Larreta asoma hoy como la opción con más adeptos entre los alcaldes y con cierta aprobación de la opinión pública en general. Pero también está el expresidente Mauricio Macri, quien nunca puede ser subestimado, con un techo bajo pero un piso alto de votos del núcleo duro.

 Y en los últimos días se develó el primero de los escuderos del jefe de Gobierno porteño. “Trabajo hace mucho tiempo con Horacio. Somos apasionados por la gestión, creemos en valores que coincidimos y no tengo ninguna duda que es una persona que está preparada y preparándose para transformar este país”, remarcó el intendente de La Plata, Julio Garro, en declaraciones a La Nación.

Hay un contexto para esta suerte de confesión. “El ambiente había quedado enrarecido por la bajada de Macri con Ritondo en La Plata, por lo que Garro sintió de alguna manera la necesidad de blanquear su construcción con Larreta, algo que en la práctica ocurría hace tiempo”, confió un armador del mandatario platense a Data Clave. 

Ahora bien, esta exposición del mandamás platense choca con la actividad reciente del intendente de Lanús, Néstor Grindetti, con quien cofundaron Hacemos meses atrás, el espacio que busca atraer peronistas desencantados al PRO. Sucede que el alcalde del conurbano se volcó hacia la candidatura del expresidente en las últimas semanas. Diversos cortocircuitos hicieron que poco a poco, se “sintiera más cómodo” bajo el ala de Macri, que por otra parte tiene un hilo conductor, ya que fue su mentor en política.

La historia cuenta que a fines del año pasado, Larreta se reunió con Grindetti y Garro, donde los intendentes le propusieron ir en búsqueda de los peronistas desencantados y armar Hacemos. Todo charlado hasta con María Eugenia Vidal y Macri. Ellos iba a salir a construir una alternativa en la provincia de Buenos Aires, pero siempre contemplando el armado del porteño, aunque faltaban 2 años para la elección.

“Luego volvió Macri al ruedo, apareció Bullrich…lo único que pasó es que desde Lanús se enojaron porque entendieron que Larreta o Santilli buscaban llevarlos a las patadas. Se había acordado un trabajo para acompañar al Colo, o al menos construir en paralelo. Por eso Garro acompañó a Santilli en Ensenada y Berisso. Pero Grindetti no lo tomó bien”, señalaron desde la ciudad de las diagonales.

“Hacemos no se rompe ni resiente”, subrayó un dirigente con ida y vuelta entre los distritos. Y es que a fin de cuentas, no les sirve a los dos tirarse para el mismo lado. Entonces, para donde se incline la balanza luego, el otro lo puede arrimar. De esta manera, Grindetti y Garro, al jugar a la confusión, suman de todas partes para su mismo armado. Uno más cerca de Macri y el otro de Larreta. “Puede ser un abracemos a todos, más que algo que dañe la construcción”, confió un dirigente con varias campañas en el lomo.


Táctica y estrategia: a qué juega cada intendente

Falta mucho camino por recorrer hasta las PASO del ‘23 y hay que entender que cada uno defiende sus intereses. El intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela es uno de los que tiene aspiraciones de ser gobernador. Sin embargo, no descarta ir por un nuevo período en el municipio y “guardarse” para la compulsa de 2027. Lo cierto es que no tiene un sucesor claro en su terruño y además tiene buen diálogo con el tándem porteño. 

Valenzuela lo hace un poco de manera encubierta. No revela sus cartas pero se inclinaría a sumarse al armado de Larreta. “Es así. Está laburando con Horacio y el Colo. La idea es no estar a los codazos ni lanzar candidaturas. Es laburar como un equipo hasta que sea el momento”, apuntó a Data Clave un dirigente del PRO que ve y escucha tras bambalinas.

El caso de Grindetti es diferente porque sí hay quien tome la posta. Diego Kravetz está lanzado y nadie lo oculta. Por eso, es quien más pujará por su carrera hacia el sillón provincial, siempre con el aval de Macri. "Tampoco es que está peleado con Larreta, pero hoy hay un distanciamiento. Llegado el momento, todos confluirán bajo una misma conducción", señala alguien con ida y vuelta sobre la General Paz.

Garro juega un poco a la escondida. Camina la provincia pero si no tiene lugar será candidato en La Plata, sin dudas. Mientras tanto, deja que otros dirigentes salgan a la cancha. Y una perlita: el platense fue el primero en “bendecir” a Santilli en 2021 y ahora el primero en tomar la posta de los jefes comunales en blanquear su banca a Larreta en la carrera presidencial. ¿Cábala electoral?

Pasando blanco sobre negro, el grupo Dorrego pasó al olvido pero Garro, Valenzuela Grindetti y Jorge Macri siguen siendo 4 en una misma mesa, aunque no se junten habitualmente. El primo de Mauricio ya juega abiertamente con Larreta y Santilli, a pesar de los chispazos en las PASO del año pasado. Ya convertido en funcionario porteño, se sumó a la causa de Horacio.

Otro que blanqueó su posición es Martín Yeza, que dijo que jugará con Cristian Ritondo en la provincia. Ya sin aspiraciones por la reelección, las piezas se van acomodando en el tablero.  Nadie puede saber hoy si Macri va a jugar o no llegado el momento por eso nadie puede ni quiere bajarse de ningún barco. “Todo va a confluir en Larreta contra resto del mundo”, señalaron a este medio desde un distrito fuerte del PRO del conurbano. Mientras tanto, los soldados se despliegan en el territorio a la espera de la batalla definitiva.