Mauricio Macri vuelve a liderar el partido que alguna vez fundó y eso ya es noticia. Luego de intensas negociaciones, el grueso de los integrantes del partido amarillo determinaron que el “Ingeniero” presida el partido por primera vez desde que lo creó. 

El PRO tuvo reconocimiento a partir de 2005 y fue un frente clave que consolidó al macrismo en la capital y que forzó al radicalismo y la Coalición Cívica a tener una alianza para ser competitivos en las últimas elecciones, en especial en 2015.

Los consejeros de todo el país y la mayoría de los vocales fueron los que impulsaron la idea de “Macri presidente”, aún con la resistencia de la propia Patricia Bullrich y de un relegado Horacio Rodríguez Larreta, quien por ahora sigue formando parte del espacio.

La conducta de Bullrich fue clave para destrabar las negociaciones. Hasta el final, la ministra de Seguridad tensó la cuerda y hasta amenazó al propio Macri con plantarle una interna con lista propia. “Patricia quiso ir hasta el final, no había manera de frenarla”, le dice un macrista de ley a Data Clave.

Macri le baja el precio a Bullrich en el PRO y ya piensa en 2025: ¿posible alianza electoral con LLA?

Esa tensión fue tan efectiva que Bullrich logró conseguir lugares para varios de sus subordinados. El caso más claro es el de Damián Arabia, que será el vicepresidente segundo del partido. La primera será Soledad Martínez, mientras que el puesto de secretario general quedó para el santiagueño Facundo Carletti Pérez. A ellos se suma la diputada María Eugenia Vidal; el gobernador de Chubut, Ignacio “Nacho” Torres, y el intendente de Tres de Febrero, Diego Valenzuela, como miembros del Consejo Directivo.

“Patricia estuvo dispuesta a querer plantarle una interna a Macri. Era una locura hacer algo así, ya veníamos de la mala experiencia de la última pelea con Horacio y la gente no está como para bancarse estas cosas”, le agregó otra fuente a este medio.

En el entorno de Macri minimizan el “factor Bullrich” en las negociaciones y aseguran que su tropa tiene un lugar mucho más testimonial que ejecutivo. Además, remarcan que todavía no tienen en claro si Bullrich seguirá en el partido a largo plazo, teniendo en cuenta que hoy forma parte de un Gobierno ajeno al PRO, pese a las coincidencias ideológicas.

Esas coincidencias ideológicas son las que ponen en juego el futuro del PRO. En el partido amarillo lo saben y es por eso que aceleraron la asunción de Macri, una de las únicas personas capaz de acercarse a Javier Milei en términos de popularidad. “No hay otro que pueda llegar a ese nivel, tenía que ser él”, aseguran.

Macri le baja el precio a Bullrich en el PRO y ya piensa en 2025: ¿posible alianza electoral con LLA?

Macri tiene un objetivo claro con su partido: relanzarlo, actualizarlo y hacerlo competitivo para las elecciones legislativas de 2025. Tiene un problema y es la compatibilidad de su núcleo de votantes con el de La Libertad Avanza. Esto es algo que siempre lo entendió Patricia Bullrich y que le valió peleas internas con Rodríguez Larreta y otros dirigentes más cerca del centro que de la derecha.

En el PRO no quieren repetir el error de 2019 en la provincia de Buenos Aires. “No podemos volver a hacer lo del año pasado. Fijate lo que nos hizo Axel (Kicillof)”, dice una fuente macrista a Data Clave recordando lo que fue la notable victoria del peronismo en territorio bonaerense. 

Es por eso que la llegada de Macri a la presidencia será crucial para el partido amarillo: será el encargado de analizar y negociar esta posible alianza electoral para 2025. Y no es solo por la provincia de Buenos Aires, sino porque el Gobierno necesita construir mayorías en el Congreso para facilitar su gestión a la hora de la toma de decisiones. El radicalismo y la “oposición dialoguista” (Hacemos Coalición Federal) empiezan a ser más un problema que una solución para Milei.

Ese análisis a nivel provincia de Buenos Aires también lo extienden al interior. “Fijate como le fue a Milei en las provincias. Su votante es muy particular: lo votan solo a él, después no quieren a nadie más. A Bussi lo respaldó en Tucumán y no llegó al 5%”, explican a este medio sobre la dificultad que tendrá el Gobierno para consolidarse.

En el PRO son expectantes con la llegada del exjefe de Estado al alto mando del partido amarillo. Creen que su figura recuperará la potencia que llevó al partido a ocupar el Sillón de Rivadavia en 2015. Y muchos consideran que, aún con la potencia que Milei sostiene en las encuestas -las mediciones lo siguen dando como el más firme-, la fragilidad de su Gobierno lo obligará a volver a conversar con Macri en el mediano plazo.