"A vos no te voy a dar la mano, danos de comer con la que te afanaste". El expresidente Mauricio Macri sintió el rigor del Conurbano por primera vez desde que decidió volver a poner ambos pies en el AMBA con el objetivo de seguir midiéndose de cara al 2023.

El grito de la vecina de Ituzaingó, luego de que un diariero le negara el saludo al exprimer mandatario, fue algo para lo que Macri no estaba preparado; pero que pone de manifiesto aquello que ya conoce: el Conurbano es territorio hostil.

El expresidente tomó el ofrecimiento del concejal local Gastón Di Castelnuovo para acompañarlo en una recorrida local. Se trató, en concreto, de su primera visita a un distrito que no está pintado de amarillo, pero donde a diario hay cuestionamientos al intendente Alberto Descalzo por tema relacionados a la inseguridad.

"La última vez que estuve con Mauricio le dije que me gustaría que viniera. Y hablando con Darío Nieto, su secretario, me contó que tenía ganas. Incluso antes de ir a La Plata. Iba a venir la semana siguiente a la renuncia de Martín Guzmán, pero lo postergó por una cuestión de responsabilidad institucional", le dice a Data Clave, Di Castelnuovo.

Y agrega: "Él tiene ganas de seguir caminando, mostrándose presente. Nada de lo que pasó estaba armado. Ese fue el pedido que me hizo puntualmente. Fue algo espontáneo. Sabíamos que iba a haber alguna puteada porque sabemos de la intolerancia de los kirchneristas. Pero se fue sorprendido para bien y para mal, por la angustia que vio en la gente. Acá se vive algo parecido al 2001".

Macri está decidido a continuar sus visitas por el Conurbano. Cree que este es el mejor momento debido a la crisis política que mantiene el oficialismo y la situación económica del país. "Ya nos avisó que se va a seguir moviendo", complementaron. 

Macri sintió el agite del oeste, luego de su visita a Vicente López, donde había sido acompañado por Jorge Macri, hoy a cargo del Ministerio de Gobierno de CABA. El expresidente se mostró activo. Fue, según avisaron desde el distrito norte, un respaldo para Soledad Martínez y también para su primo, quien ya dejó en claro que buscar ser jefe de Gobierno porteño.

De esta manera, Macri ya se mostró con varias de las figuras internas del PRO con el firme objetivo de consolidar un respaldo hacia el ala opositora del actual mandamás de CABA, Horacio Rodríguez Larreta.  

El expresidente ya se había juntado el mes pasado en La Plata junto a los diputados María Eugenia Vidal y Cristian Ritondo y el intendente local, Julio Garro. El puntapié inicial lo había dado en Lanús, en Monte Chingolo. Una parada brava que le había dado una buena impresión y que lo ponía de nuevo en el ruedo del Conurbano profundo, una región muy poco explorada durante sus años como presidente.

El exmandatario tiene clara la idea de medirse. Y evalúa internamente su lugar para ver hasta dónde llegan sus posibilidades concretas. Justamente desde la Provincia más populosa y también más compleja para el PRO. Desde el sector bonaerense que lo acompaña, se entusiasman: “El mejor escenario para Macri es jugar una elección directa con Cristina (Fernández de Kirchner)”.