El 28 de diciembre pasado, el diputado bonaerense del PRO, Martiniano Molina, votó a favor de modificar la ley que prohibía la reelección indefinida desde 2023 para aquellos intendentes que ya tenían en su haber dos mandatos. Con su aprobación, el ex jefe comunal dejó en claro su posicionamiento adentro del partido y, de esa manera, se compró un problema a futuro.

Desde aquel entonces el chef rompió lazos con todo el ala de dirigentes que responden a la ex gobernadora María Eugenia Vidal que, al igual que los representantes del Frente Renovador, se habían manifestado en contra de llevar a cabo un cambio en la normativa.

La relación de Molina con parte del PRO ya venía herida desde las elecciones de noviembre. Sucede que el ahora legislador encabezó la lista de candidatos de la tercera sección, la única en la que Juntos no pudo imponerse y en la que además pasó de perder por 8 puntos en las PASO a caer por casi 13 en las generales. “Si hubiera caminado la sección como el resto de los candidatos hoy tendríamos otra representación en Diputados”, le dice a Data Clave un legislador de la misma sección.

Molina se convirtió, de esa manera, en el padre de la única derrota seccional de Juntos ante una parada que, de antemano, se sabía imposible (el peronismo nunca perdió la tercera) pero en la que se presagiaba un mejor resultado tras las primarias.

Con estos antecedentes, Molina llegó al 2022 separado de varios de los dirigentes con los que se venía rodeando. Y hoy, aseguran, el único que le sostiene la mano es Diego Santilli. “Es su candidato. Te puede gustar o no, pero ya tenés un conocimiento que ningún otro candidato puede tener de un día para el otro”, aseguran desde Quilmes.

O, al menos, eso creían. Sucede que la irrupción de Sergio “Maravilla” Martínez como potencial candidato en Quilmes modificó todos los planes y ahora Molina tiene por delante un desafío que, de concretarse, parece difícil de vencer. “Martiano cree que es Maradona pero no para de mandarse cagadas, no es el dueño del municipio, ni mucho menos”, le dicen a Data Clave un referente que responde al diputado Cristian Ritondo.

Maravilla se mostró entusiasmado. Quiere unir al deporte con lo social y hasta está con ganas de salir de recorrida por Quilmes para ver cuál es la situación actual”, agregó el mismo dirigente.

Esta tarde con Maravilla, eminencia del boxeo y una de las personalidades más destacadas del país, charlamos sobre la importancia del deporte: los valores que transmite y la integración que genera y podría mejorar en PBA, sobre todo en su ciudad, Quilmes. Vamos por el título, publicó Ritondo la semana pasada junto a una foto en la que ambas sonreían delante de un mapa bonaerense.

No se trató de un fondo al paso. “Las fotos, a veces, hablan solas”,  aseguraron desde el sector de Ritondo. Lo cierto es que el diputado nacional y Martínez tienen un amigo en común que los acercó y permitió que ambos empiecen a dialogar en relación al distrito natal de Maravilla, donde gobierna Mayra Mendoza.

Con Ritondo ya en clave 2023, el boxeador se convirtió en una figura de peso para las aspiraciones del exministro de Seguridad bonaerense, quien, como le comunicaron a este medio, tendrá representación en todos los municipios. “La idea es armar y caminar. Sin enojar a nadie. Que cada uno se posicione con su tropa para no depender de nadie y que cuando llegue el momento se evaluará”.

De esta manera, Ritondo y Santilli tendrán su primer mano a mano con dos deportistas de peso. Resta saber si el boxeador se meterá de lleno en la compulsa y si Molina se prestará a dar una batalla que puede llegar a dejarlo expuesto.