El gobernador jujeño, Gerardo Morales, anunció este viernes que lanzará su precandidatura a presidente de la Nación el próximo 15 de marzo en un acto que se realizará en la Ciudad de Buenos Aires. De esta manera, el presidente del comité nacional del radicalismo le puso fecha a su presentación oficial como aspirante al Sillón de Rivadavia.

Morales pone en juego su precandidatura horas después de que el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, hiciera lo propio con un video filmado en el kilómetro 0 de la Ruta 40, en Santa Cruz. Justamente, ambos líderes mantienen un estrecho vínculo que tiene como enemigo interno en común al expresidente Mauricio Macri.

Cabe mencionar que, hacia adentro de Juntos, se especula con la posibilidad de que el mandatario provincial sea el candidato a vice de Rodríguez Larreta algo que no cuadra para ciertos referentes del radicalismo. 

Los cuestionamientos internos tienen que ver con una postura “entreguista” que no se condice, según aseguran algunos dirigentes, con la idea de mostrar a un radicalismo protagonista que salga a competir.

En ese marco, Morales aseguró: “La fortaleza de la Unión Cívica Radical será garantía de un verdadero gobierno de coalición con un 50% de funcionarios radicales, porque sabemos gobernar”. 

Y aprovechó la oportunidad para dejar un mensaje claro hacia el que es hoy su único contendiente dentro del radicalismo, Facundo Manes: "Lo mejor es impulsar un único candidato radical a presidente y hacer todo el esfuerzo para que ese candidato llegue a las PASO, instancia a disputar con fuerza propia”. 

Con Alfredo Cornejo ya apuntando hacia Mendoza, Morales busca consolidar su fuerza. De ahí la visita de hace días atrás a San Isidro, donde manda Gustavo Posse, quien negocia algún tipo de acuerdo a su favor.

Es sin duda el mejor candidato que tiene el radicalismo”, sentenció a su turno Federico Storani a la cabeza de la Corriente de Opinión Nacional (CON). Y así se sumó a otros apoyos de peso recibidos por el jujeño como el del senador Martín Lousteau.

Tendremos tres meses para trabajar, con una mayor potencialidad territorial”, manifestó Morales y volvió a reclamar “unidad partidaria”. Anticipó que se constituirá un comité de campaña en cada provincia y que la semana próxima quedará conformado el de Buenos Aires, cuyo rol será “de suma importancia, porque en Buenos Aires hay que democratizar la lapicera”. 

Y recalcó que el país “necesita un presidente con liderazgo y carácter, sustentado por un plan de gobierno con apoyo colectivo”, en el marco de un gobierno de coalición “que es lo que no tuvimos anteriormente, entre 2015 y 2019”, acotó. 

Consideró que uno de los desafíos de Juntos por el Cambio es “mantener la centralidad” e “impedir la influencia de los extremos que terminan marcando el ritmo político en algunas coaliciones”. 

En este sentido, llamó a “no tomar atajos” ya hasta cuestionó eventual acuerdo con Javier Milei al considerar que sería un “rejunte”, por cuanto es “un farsante que cabalga sobre la bronca de la gente ante la política, llevándola, especialmente a los jóvenes, a un engaño”.  

Asimismo, estimó que, a futuro, “tiene que gobernar la política y no la economía”, ya que “los economistas ortodoxos fracasaron”. “Desde la voluntad y la actitud, hay que construir poder político para resolver problemas a diario. Por eso lo que viene es liderazgo, carácter y saber dialogar”, manifestó. 

Desde esta visión, reivindicó el congreso programático del radicalismo convocado en Córdoba para el mes de abril, a los efectos de debatir ejes centrales de un plan de gobierno que, con posterioridad, será puesto a consideración de las otras fuerzas partidarias que integran Juntos por el Cambio.