Nicolas Trotta aseguró que las clases volverán este año con la búsqueda de mayor presencialidad. El Gobierno cierra una semana de mucho debate mediático sobre la vuelta a clases con una confirmación que le quita una bandera a la oposición. “Estamos frente a un gran desafío que es poner en prueba el aprendizaje del 2020 en cuanto a los protocolos”, apuntó.

“Hay que dejar en claro que las clases empiezan, la presencialidad va a ser el criterio ordenador, dependiendo de la situación epidemiológica de cada distrito”, agregó el ministro en dialogo con Radio Mitre.
 
Sobre las fechas, el funcionario confirmó que el 17 de febrero empiezan las clases en la Ciudad de Buenos Aires y el 1 de marzo en provincia. “Hay que intensificar la presencialidad mientras vamos ganando tiempo en la vacunación de los docentes”, señaló Trotta. 

En este sentido, amplió: “No es un regreso a clases como en marzo de 2020. Los chicos vuelven de manera cuidada, con todos los protocolos, para que haya la máxima presencialidad”.

El ministro plantea como “un gran desafío” maximizar el trabajo de la presencialidad y seguir con los mecanismos virtuales. Además, se apunta no solo a “transitar los niveles pedagógicos de este año”, sino también a recuperar el contenido del “año que quedó trunco”.

Por último, confirmó que no se apunta a la obligatoriedad de la vuelta presencial, el objetivo es generar confianza en las familias. “Toda la vuelta presencial del 2020 fue opcional, no fue obligatorio, creemos que tenemos que construir confianza con la ayuda de todos los medios de comunicación. Entendemos los temores que pueden tener las familias, hay que trabajar para derribarlos”, concluyó.