El gobernador bonaerense, Axel Kicillof, ya tiene en su cabeza parte de lo que será el discurso que brindará en dos semanas (y con fecha a definir) en la Apertura de Sesiones del 152 periodo legislativo.

Los equipos técnicos de las distintas carteras ya se encuentran recolectando algunos de los números que el mandatario provincial necesitará no solo para mostrar los logros alcanzados durante su primer tiempo al frente de la Provincia sino también para exponer parte de lo que vendrá.

Cabe recordar que el gobernador prorrogó por decreto para el ejercicio 2024 el Presupuesto General de la Administración Provincial aprobado para el año 2023. 

Confirmada la fecha de apertura de sesiones en el Congreso de la Nación para el 1 de marzo falta por saber cuál será el día en que el gobernador se sentará frente a los senadores y diputados bonaerenses propios y ajenos para dar el tradicional discurso.

Pero, ¿con qué oposición se encontrará Kicillof? Lo primero que hay que aclarar es que, en la actualidad, el mandatario cuenta con una ventaja a su favor. Los bloques no oficialistas se encuentran partidos en diez pedazos. 

En concreto, Kicillof tiene hoy por hoy una oposición a medida que le permitirá llevar adelante los acuerdos necesarios con quién más le convenga para poder aprobar los proyectos que necesite para asegurarse la gobernabilidad.

Los quiebres internos en la oposición se terminaron de conjugar una vez que Patricia Bullrich y Luis Petri arribaron al gabinete nacional del presidente Javier Milei. 

Tras ese movimiento, JxC dejó de funcionar como bloque en la Legislatura y se formaron cuatro subdivisiones: PRO, UCR-Cambio Federal y la Coalición Cívica aseguran hoy manejarse como un interbloque, una figura que no existe en la Legislatura.

“La idea es trabajar todos los proyectos juntos y acompañar, pero todo va a depender de lo que pase a nivel nacional. Si el PRO se pone a decir todo que sí a Milei, no vamos a estar sentados siempre en la misma mesa”, le dijo a Data Clave un legislador del interbloque.

De ese desprendimiento también nació otra bancada con el radicalismo cercano al diputado nacional, Facundo Manes, en alianza con el GEN. El peronismo ve acá una ventaja a aprovechar.

De ahí la necesidad de contar con un presidente con muñeca política para lograr consensos como Alejandro Dichiara, quien tiene la tarea de mantener siempre abiertos todos los canales de negociación posibles.

No será la única posibilidad para generar lazos en común. El bloque de libertarios, que adentro de la Legislatura son conocidos como los "massistas", también podría jugar a favor. Pero no todo es tan lineal.

Para colmo, el resto de los libertarios tampoco están unidos y se dividen en otros tres espacios: los que tienen línea directa con Milei, las que responden a la diputada nacional y exaliada Carolina Píparo y el unibloque de Guillermo Castelo. Mientras que la izquierda tambien tiene dos monobloques.

Mientras se reacomoda el mapa político nacional, donde también busca ser protagonista, Kicillof tiene por delante el desafío de poder construir a favor con la necesidad de que la oposición no termine unida.