"No vamos a dejar que este intento de asesinato quede impune. Lo mínimo que pedíamos era el secuestro de los teléfonos de las acompañantes del diputado Gerardo Milman para conocer si había alguna vinculación con el hecho. Lejos de querer esclarecer lo que sucedió, se está haciendo todo lo contrario".

El abogado Manuel Ubeira explicó en declaraciones a Radio 10 la decisión de recusar a la jueza María Eugenia Capuchetti, por no investigar los eventuales vínculos del diputado Milman con el ataque contra CFK.

Milman estuvo reunido con dos asesoras en un bar situado frente al Congreso dos días antes del ataque y allí un testigo lo escuchó decir que cuando la mataran, él se encontraría de viaje en la costa, como efectivamente sucedió.

Pero la jueza Capuchetti jamás lo llamó a declarar y tampoco secuestró los teléfonos del legislador ni de sus asesores, para analizar si aparecían vínculos o relaciones con el ataque o con los miembros del Revolución Federal, el grupo ultraviolento que investiga el juez Marcelo Martínez de Giorgi.

El juez le pidió a a su colega Capuchetti copias digitales de declaraciones y chats telefónicos que figuran en la causa del atentado. Entre ellos, el testimonio de Gastón del Canto, quien relató que en julio pasado tuvo una cita con Brenda Uliarte, la novia de Fernando Sabag Montiel, el hombre que gatilló sobre la cabeza de CFK.

Ese mismo día, Revolución Federal había organizado un acto frente a la Plaza de Mayo. Semanas más tarde, la novia de Sabag Montiel volvía a decir presente en Casa de Gobierno, en una marcha orquestada por el grupo comandado por Jonathan Morel, donde Uliarte estuvo presente.

También el magistrado requirió los chats que Uliarte había mantenido tanto con su novio, Fernando Sabag Montiel, como con su amiga Agustina Díaz. Allí se demuestra la planificación de los imputados para asesinar a Cristina Fernández de Kirchner. "Voy a ir a la casa de Cristina con un fierro y le voy a pegar un corchazo. Si no soy yo va a ser otro enfermito", escribía Sabag Montiel.

Una semana antes del ataque con CFK en la Recoleta, el 23 de agosto, Leonardo Sosa uno de los fundadores de Revolución Federal, fue detenido en las inmediaciones de la casa de Cristina Kirchner, en Juncal y Uruguay, por romper vallas para arrojarle a las personas que se encontraban allí.

Ese mismo día Sabag Montiel aclaraba que le quería pegar un "corchazo" a la vicepresidenta y es la misma fecha en la que Brenda Uliarte y Gabriel Carrizo parecen haber tomado la decisión de matar la vicepresidenta.

Cuatro días después, el 27 de agosto Uliarte le vuelve a escribir a su amiga Agustina Díaz: "Hoy me convierto en San Martín". Y luego: "Mandé a alguien a matarla y se metió adentro, qué hija de puta", comentaba, cuando la Vicepresidenta salió a hablarle a una multitud que fue apoyarla a su casa de Recoleta, luego del pedido de condena del fiscal Luciani.

Ese mismo 27 de agosto, Jonathan Morel y Leonardo Sosa armaron un grupo de conversación titulado "Amor en Recoleta" en Twitter Spaces. El chat impresiona por su poder "anticipatorio":

--Morel: "Hay que matarlos”

--Sosa:Bueno matémoslos pero te preguntas quién lo va a hacer, dónde están los retirados de las Fuerzas Armadas, donde están los militares, donde están los nacionalistas, donde están los libertarios polentas”.

--Gabriel Gómez, usuario de Twitter que participó de la conversación: "Yo reemplazaría el agua por nafta”.

--Morel le responde: “Sí, sí, por favor nafta, llevo los camiones de aeroparque, una bomba, algo, hagan algo (…) hay que matarlos y educar a los nuevos, esto está perdido”.

Con posterioridad, Morel vuelve a insistir:

--Hay que matarlos, hay que hacer algo por favor, pongan mano dura, todos contra una pared, no puede ser que hagan lo que quiera, los ciudadanos de bien tenemos las bolas llenas de que hagan lo que quieran (…) sino la gente se va a empezar a organizar y los vamos a empezar a combatir nosotros mismos. 

Durante la charla, Sosa cuenta que Juntos por el Cambio acababa de emitir un comunicado por la paz social, y en ese contexto Morel responde: "Sabés cuál es la paz social que si me siguen rompiendo las pelotas vamos a agarrar nos armamos cuatro molotov cada uno y lo resolvemos nosotros, o lo resuelven ustedes o lo resolvemos pero esto se tiene que resolver (…) nos juntamos 20 patriotas y lo resolvemos que paz social, hace algo (…) los milicos no pudieron con todos los montoneros pero quizás nosotros podamos con toda la resaca, con los nietos, con los hijos (…)”.

Por último, Morel anticipa:  “Quédense viendo las noticias que capaz nos enteramos de algo bueno y llega un avión a lo de Cristina”.