El intendente de San Isidro, Gustavo Posse, presentó en en las últimas horas en el comité bonaerense de la UCR más de 28 mil firmas para llevar adelante una interna abierta que defina al candidato del radicalismo en la Provincia.

Hicimos la entrega de firmas no como un desafío, sino en señal de amplitud, para tener una boleta competitiva que devuelva la esperanza a los bonaerenses. Necesitamos elegir a los que mejor representen, sin egoísmos ni pequeñeces. La extensión del territorio nos exige un gran despliegue militante y este partido lo tiene”, dijo el jefe comunal.

Más allá de las declaraciones dentro del marco político, la presentación de Posse termina de reacomodar la interna radical. Sucede que con esta acción el intendente termina de alinearse de manera clara con el precandidato a presidente, Gerardo Morales. Y, además, le marca la cancha al titular del radicalismo en Provincia, Maximiliano Abad.

Con su movimiento interno, Posse busca confrontar de manera abierta, y directa, al titular de la bancada de Juntos en la Cámara baja de la Legislatura y a otros aspirantes como el diputado nacional Martín Tetaz, quien responde al senador Martín Lousteau. De esta manera, y al igual que sucede con el PRO, el radicalismo termina de alinear sus candidaturas teniendo en cuenta que Abad es la voz del legislador nacional Facundo Manes.

El jefe comunal de San Isidro sigue los pasos de Morales quien también había pedido abiertas nacionales, pero Manes no se mostró convencido de dar la puja. “Hicimos la presentación para que se elijan a los mejores. Es un golpe grande porque ahora tienen que responder cómo vamos a hacer para elegir nuestros candidatos ya que no se puede tomar esa decisión entre cuatro paredes”, le dice a Data Clave el diputado provincial y secretario general del comité bonaerense, Walter Carusso.

Todos sabemos que lo que se elige adentro son los que no tienen votos en las urnas. Por eso queremos llegar a las PASO con un candidato único, el más potente para poder tener posibilidades de ganar”, sostiene el legislador provincial de Espacio Abierto Juntos. Y añade: “Hay que evitar la dispersión del voto. Si no se hace, nos lleva a suponer que lo que quieren es otra cosa y tendrán que explicarlo”.

Lo que hay de fondo es más claro de lo que parece. Desde el sector de Posse consideran que Abad busca entregar los votos al PRO sin dar una pelea real en busca de “arreglos personales” para poder tener el control total, y no parcial,  “de la caja política más grande del país”, en referencia a la presidencia de la Cámara baja bonaerense que hoy está en manos de Federico Otermín, delfín de Martín Insaurralde.

Pero lo que más duele hacia adentro del radicalismo es lo que consideran una “utilización del partido” por parte de a Abad para lograr el nombramiento de su mujer, Marina Sánchez Herrero, para la Corte Suprema en un eventual triunfo de Juntos.

Para colmo, el encuentro de Manes con el expresidente Mauricio Macri abrió una interna en la UCR completamente ligada a la propia puja hacia adentro del PRO. Sucede que hoy desde el partido centenario se dividen internamente en grupos de participación de afiliados entre “radicales PRO” y radicales a secas. Lo cierto es que cada terminal del tiene su propia ligazón. El jefe de Gobierno de CABA, Horacio Rodríguez Larreta, con Morales y por ende, con Posse, con quien ya acordó en 2021 para las legislativas de ese año; y el sector halcón con el neurocientífico y a su vez con Abad.

Desde el lado del titular del comité provincial la respuesta también tiene filo. “Están juntando votos para Larreta. Quieren una interna abierta para que el PRO vaya a votar en su favor", le dijo a este diario un diputado bonaerense alineado a Abad.

Cabe recordar que la confrontación interna entre Posse y Abad es una de las fuertes que vivió el radicalismo en los últimos años. La elección por la conducción del partido en 2021 abrió una guerra interna que muchos creyeron que podría cerrarse en octubre pasado con la lista de unidad con la que Abad renovó su mandato. Pero no. “Desde entonces no hubo ni una convocatoria a una reunión para saber qué estrategia vamos a tener para las PASO. Esperamos hasta marzo, dejamos pasar 5 meses a ver si había comunicación. Pero no. Si no hay diálogo, no hay partido. No se puede conducir un partido como el radical en silencio”, cerró Carusso.