La Cámara de Diputados convocó a la comisión de Legislación del Trabajo, que preside la diputada y sindicalista en el gremio de judiciales, Vanesa Siley, para discutir distintos proyectos que proponen la reducción de la jornada laboral. 

Entre la batería de iniciativas que hay presentadas, una de las que más suena es la impulsada por el diputado oficialista y titular de la CTA, Hugo Yasky, que establece reducción de jornada laboral de 48 horas –régimen actual– a 40 horas semanales, con un máximo de 8 horas diarias y "sin reducción salarial". Pero no solo está presentado en la Cámara baja el proyecto del referente de CTA, la diputada y dirigente de la Asociación Bancaria, Claudia Ormaechea, junto con el diputado Sergio Palazzo, secretario general del mismo gremio, tienen una iniciativa donde “plantea una reducción a 36 horas”.

Uno de los primeros en hablar y con un discurso crítico fue, Julio Cordero, vicepresidente del departamento de Política Social de la Unión Industrial Argentina (UIA) aseguró que frente a las nuevas tecnologias “probablemente haya que ponerle muchísima más dignidad” al trabajo y eso no se logra “necesariamente limitando la jornada”, dijo.

Cordero (UIA)
Cordero (UIA)

En este sentido, agregó: “Si limito la jornada para que se trabaje menos, ¿para qué? ¿Para qué, para ir afuera a hacer qué? Por supuesto la vida familiar es absolutamente importante, pero esto ya se debatió internacionalmente. El límite dispuesto por la OIT es de 8 horas diarias o 48 horas semanales”. 

En este marco, el representante de la UIA consideró que la discusión de una reducción de la jornada debería tener como punto clave de debate los costos. “Si reducimos la jornada sin ningún tipo de reducción salarial, ¿qué habrá que hacer? ¿Mejorar la productividad en ese tiempo? ¿Qué hacemos, apuramos a la gente a que trabaje más rápido?”, se preguntó y señaló que en las negociaciones colectivas es donde se resuelven estas cuestiones en cada sector.

Por último, consideró innecesario comparar la situación del país con otros en donde avanzan legislaciones similares. “La realidad argentina es distinta. Tenemos que debatir en la realidad que tenemos, con los problemas que tenemos”, cerró.

Por su parte, la visión contrapuesta a esto le otorgó la ministra de Trabajo, Raquel “Kelly” Olmos, quien adelantó el apoyo del gobierno y su cartera a la iniciativa y al avance del debate. Sin embargo, pidió que “se haga de una manera escalonada” y con un “horizonte y una previsibilidad”. 

Olmos (ministra de Trabajo)
Olmos (ministra de Trabajo)

“Mirando las estadísticas de la OCDE, uno puede afirmar que hay una correlación entre la reducción de horas que se trabajan semanalmente y el nivel de la productividad de la economía”, argumentó y considero que se estaría “impulsando una redistribución más adecuada de la productividad”.

Diferencias entre FdT y JxC

El diputado nacional Martín Tetaz (Juntos por el Cambio) manifestó la complicación del esquema actual del mundo de trabajo dada la informalidad laboral cercana al 40% que no se vería afectada por la ley. “Hay heterogeneidad en el mundo de la fuerza laboral, hay sectores donde la discusión es completamente distinta al industrial”, afirmó el radical. El interbloque Juntos por el Cambio apoyó el debate y se mostró conforme con el tono y los invitados a exponer en una reunión que tuvo buen clima en general.

“La norma no puede ser de carácter general, tiene que ser en cada negociación por sector, lo que podemos generar es incentivos y condiciones para que los distintos sectores quieran experimentar y no haya tanto riesgo de poner en juego la productividad”, sentenció Tetaz.

Por su parte, Hugo Yasky, lamentó que siempre “se utilice” el tema de la informalidad en este tipo de debate para postergar avances en la legislación laboral. “Los países que tienen este tema en debate en la región todos, salvo Chile, tienen la misma o mayor informalidad que Argentina”, afirmó el diputado.

“Hoy se trabaja más y se gana menos, es el mundo en el que íbamos a tener que imaginar cómo invertir el ocio productivo, lo que queremos es que la gente trabaje menos porque simplemente queremos que viva mejor”, concluyó Yasky.