Tras la llegada al país de Silvina Batakis y las versiones sobre el inmediato desembarco de Sergio Massa en el Gabinete, las principales figuras del Gobierno mantuvieron una serie de reuniones a puertas cerradas.

Los rumores de Sergio Massa tomando su lugar al frente de Economía generaron una inmediata comunicación con el Presidente Alberto Fernández, que rápidamente convocó a Batakis a una reunión a solas en la Rosada este mediodía. Durante el encuentro, la ministra puso a disposición su renuncia, pero el Jefe de Estado no se la aceptó. 

La agenda Presidencial continuó con el ministro Desarrollo Productivo, Daniel Scioli, quien fue convocado este jueves a la Casa de Gobierno. En este escenario también se conoció la renuncia del secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz.

Al mismo tiempo, el líder del Frente Renovador se reunió con Cristina Kirchner en el Senado. Una hora después, el titular de la Cámara de Diputados recibió al ministro de Transporte, Alexis Guerrera, en su propia oficina de la Cámara baja.

A falta de información oficial sobre el devenir del Ejecutivo, lo que sobran son trascendidos. Uno de ellos plantea la creación de una superestructura que incluya Economía con su parte de Hacienda y Finanzas, pero que también contenga a Desarrollo Productivo y eventualmente Agricultura.

Allí, habría que ver cómo se encuadra en la estructura de gobierno. Ya existe una jefatura de Gabinete. ¿Van a crear una nueva y degradar ministerios a secretarías? Por estas horas se da este debate en la Rosada. El dato es que tras el encuentro con Batakis, Fernández se reunirá el sábado con Massa, cita confirmada por altas fuentes del FdT a Data Clave.

Reuniones en los máximos niveles del Gobierno ante la expectativa de cambios en el Gabinete

Otro tema que genera gran preocupación en la Rosada es cómo queda la relación en el gabinete con Daniel Scioli por debajo de la línea de Massa, que es una de las posibilidades. Sobre todo porque se espera que no salgan ministros, sino que se reacomoden. El exgobernador y el otrora intendente de Tigre arrastran una vieja disputa desde fines del 2015, cuando el pichichi amagó con acompañarlo en su cruzada contra Cristina Fernández de Kirchner, pero a la postre no sacó los pies del plato.

El Presidente arma un rompecabezas para intentar sostener la unidad del Frente de Todos y no provocar cortocircuitos, que siempre están a la orden del día en la coalición oficialista. El objetivo es definir una alineación que le permita transitar lo que resta de la gestión sin mayores sobresaltos, al menos con la interna saldada. O apaciguada.

Los gobernadores hicieron una presión para que uno de los suyos, Juan Manzur no se mueva de su cargo. Pidieron que se quede en gabinete, que era la opción que descomprimía los cambios. Y todo parece indicar que ganaron esa pulseada. Y refuerzan su posición por estas horas con mensajes en las redes sociales en favor de la inclusión de Massa en el Gobierno.

Ante este escenario de incertidumbres y escasa o nula información oficial, resta esperar a ver cómo se acomodan las piezas, una vez más. Serán días agitados en el oficialismo, con reuniones varias, idas y venidas. Con anuncios y cambios que podrían llegar el fin de semana, o no, según el resultado de las negociaciones entre las partes.