"Este sainete al único que favorece es a Macri, que ayer ya se puso el traje de candidato definitivamente". La frase está extraída de una larga conversación con un funcionario de alto rango del gobierno nacional, que acepta el café de media tarde para distender una jornada atravesada por rumores de ruptura y cortocircuitos internos. En la noche del lunes, Mauricio Macri hizo una presentación televisiva donde habló como si estuviera en campaña y se refirió en duros términos al presidente: "no sabe dónde está parado", sostuvo.

Desde el oficialismo no pueden creer que la cara visible del gobierno "que más daño le causó a la Argentina en los últimos veinte años" hoy hable como "si hubiera descendido de un plato volador y no tuviera ninguna responsabilidad en la crisis que estamos viviendo". Perciben que el crecimiento de la figura del ex presidente guarda directa relación con los desaciertos del actual gobierno "que no termina de definir con claridad el rumbo, ni los objetivos".

El espíritu que transmite la fuente es el mismo que se percibe en los pasillos de la Rosada desde hace varios días, cuando cobró fuerza el fantasma de la división del Frente de Todos, de la mano de la aprobación del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), tan resistido por el ala kirchnerista de la coalición gobernante. "La falta de diálogo entre Alberto y Cristina es inentendible, pero es real, no hablan, y así es muy difícil poder coordinar la gestión", se lamenta el colaborador con acceso directo a los principales despachos de la Casa Rosada.

Este mediodía, Alberto Fernández intentó dar un mensaje ecuménico en el Museo del Bicentenario de la Casa Rosada, cuando encabezó la primera reunión del Gabinete Nacional de Cambio Climático. Allí se sacaron una foto funcionarios y gobernadores pertenecientes a diferentes sectores del oficialismo, que en los últimos días se tirotearon en on y en off a través de los medios y en las redes sociales. También hubo mandatarios de Juntos por el Cambio, con los que la Rosada mantiene un diálogo "constructivo".

Romper o no romper: el debate interno del Frente de Todos que mantiene en vilo a todo el gobierno nacional

"Estos son los temas en los que hay que poner los verdaderos esfuerzos y no en las internas estériles que nos desgastan y ensombrecen el futuro", agregó el funcionario en diálogo con Data Clave. "El cambio climático es un problema que ya lo tenemos con nosotros, que ya nos lastima y que por lo tanto exige tomar decisiones rápidas”, completó la fuente, contrariada por el "despilfarro de tiempo y esfuerzos que generan los chicaneos pelotudos entre nosotros, que a los únicos que benefician es a los de Juntos por el Cambio".

Participaron de la actividad de manera presencial los gobernadores de Buenos Aires, Axel Kicillof; de Catamarca, Raúl Jalil; de Corrientes, Gustavo Valdés; de Jujuy, Gerardo Morales; de La Pampa, Sergio Ziliotto; de Misiones, Oscar Herrera Ahuad; y de San Luis, Alberto Rodríguez Saá; los vicegobernadores de Santa Cruz, Eugenio Quiroga, y de Tucumán, Sergio Mansilla.

Entre los funcionarios del Ejecutivo nacional estuvieron presentes la portavoz de la Presidencia, Gabriela Cerruti; el secretario de Asuntos Estratégicos, Gustavo Beliz; la ministra Elizabeth Gómez Alcorta; y los ministros Santiago Cafiero, Eduardo "Wado" de Pedro, Julián Domínguez, Claudio Moroni, Jorge Taiana, Martín Soria, Juan Zabaleta, Aníbal Fernández y Matías Lammens.

"Esto es lo que deberíamos mostrar: unidad para gestionar y no estar tirotéandonos por lo bajo dando una imagen que no contribuye para nada a fortalecer al gobierno", completó la fuente.

Un día para la "Memoria"

El 24 de marzo es un día muy especial para los argentinos y las argentinas. La conmemoración de un nuevo aniversario del Golpe Cívico-Militar suele ser siempre oportunidad para que existan expresiones populares alentadas por los organismos de derechos humanos y las diferentes organizaciones sociales, políticas y sindicales, además de diversos actos en los que suelen participar los funcionarios de gobiernos identificados con la preservación de la Memoria, como es el caso del Frente de Todos.

Como suele ocurrir todos los años, no hay una convocatoria unificada, sino que varios sectores -incluso del oficialismo- llaman a participar de actividades diferenciales. Por un lado, los sectores más cercanos al "albertismo", entre ellos el Movimiento Evita y Somos Barrios de Pie, lanzaron una convocatoria para concentrar al mediodía en Belgrano y 9 de Julio con la intención de trasladarse hasta la plaza.

Por el otro, el kirchnerismo duro, con La Cámpora a la cabeza, llama a concentrar en la Ex Esma a partir de las 9 de la mañana para emprender la manifestación en conmemoración "a los 30 mil desaparecidos durante la etapa de la historia más dura de la Argentina".  Algunos sectores interpretaron que esta convocatoria "excluía" al Ejecutivo y lo mostraba alejado de los actos.

Desde la vocería presidencial, dejaron trascender que esto "no es así" y explicaron que "la marcha del 24 es de los organismos, nunca van los presidentes, no lo hicieron ni Néstor, ni Cristina, porque no se partidiza, desde hace cuarenta años que es así". Y remarcaron que "el gobierno no tiene nada que ver, más allá de que acompaña y muchos de nosotros marcharemos como hacemos siempre, pero sin efectuar ninguna convocatoria, porque eso es potestad de los organismos y la ciudadanía".

A pesar de esta aclaración, el canciller Santiago Cafiero encabezó este martes un acto oficial por el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia, llevado a cabo en el Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos (IPPDH) del MERCOSUR –ubicado en el predio de la ex ESMA. El funcionario -de los más cercanos al presidente- es uno de los más acérrimos defensores de la unidad y viene trabajando para evitar que los cortocircuitos entre los integrantes del FdT generen una ruptura "inconveniente para los destinos de la Argentina".

Cafiero estuvo acompañado por el titular de ese organismo, Remo Carlotto; la presidenta de Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas, Lita Boitano; la abuela de Plaza de Mayo, Buscarita Roa, representantes de Organismos de Derechos Humanos y miembros del cuerpo diplomático extranjero en nuestro país, con quienes recorrió el predio del Museo Sitio de Memoria ESMA.

Romper o no romper: el debate interno del Frente de Todos que mantiene en vilo a todo el gobierno nacional

El canciller argentino remarcó que “cuando decimos que el Servicio Exterior de la Nación debe defender los intereses nacionales, lo que decimos es que defiende nuestra política de Memoria, Verdad y Justicia. El interés nacional se debe defender y se debe ratificar siempre; porque vamos a seguir peleando por una Argentina que debe ser más justa, peleando porque la política que llevan adelante los organismos de Derechos Humanos en la Argentina han marcado la posibilidad de que no volvamos a cometer los errores del pasado”.

Y en ese sentido puntualizó: “Dos años de pandemia hicieron que este tipo de acciones se tengan que hacer a distancia. Y ahora tenemos la posibilidad de estar juntándonos y reuniéndonos. No quería dejar pasar la posibilidad de que los embajadores y embajadoras, que muchos de ellos llegaron en plena pandemia y que no conocían la ex Esma, este Instituto, tengan la posibilidad de conocerlo”.

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Paralelamente, Cristina eligió recostarse sobre una de las entidades que más viene cuestionando la gestión de Fernández: la Asociación Madres de Plaza de Mayo, que preside Hebe de Bonafini. "En vísperas de un nuevo 24 de marzo, la vicepresidenta se reunió con Hebe, Rosa de Camarotti, Visitación de Loyola y Carmen Arias, en la sede de la Asociación", dijeron a través de un comunicado.

"El encuentro fue muy fructífero, hablaron mucho y la vicepresidenta con el afecto que la caracteriza saludó a todo el personal de la Casa de la Madres. Al despedirse, Hebe y Cristina estaban muy emocionadas", concluyeron desde la entidad.

La unidad ha sido un valor para el Frente de Todos, desde su mismísima concepción. Nació como producto de una articulación que logró mancomunar detrás del objetivo de recuperar el manejo del Estado a fuerzas políticas con diferencias importantes, pero no insalvables. Los 28 meses de gestión, con pandemia y renegociación de la deuda incluidos, limaron varios de los pilares sobre los que esa unidad supo sostenerse.

Hoy, la supervivencia del Frente de Todos y del gobierno de Alberto Fernández depende de la capacidad para timonear esta tormenta interna, que amenaza con provocar el naufragio de una exitosa coalición electoral que -por el momento- no ha sabido plasmar su sello para quedar en la historia como una fuerza política transformadora.