La discusión sobre el sistema sanitario volvió nuevamente al centro de la escena con la presentación del libro La salud sí tiene precio: Medicamentos, hospitales, pandemias y la necesidad de repensar el sistema sanitario bonaerense, compilado por el candidato a diputado nacional por el Frente de Todos y ex ministro, Daniel Gollán; el titular de la cartera de Salud bonaerense, Nicolás Kreplak; y el jefe de asesores, Enio García.

El título del libro recoge la frase popular “la salud no tiene precio” y la transforma para poner en debate diversos aspectos del sistema sanitario nacional, como el rol del Estado, las necesidades de la población, las desigualdades en el acceso a la salud y la economía.

De este modo, los tres referentes sanitarios de la provincia de Buenos Aires encienden nuevamente el debate sobre el actual sistema de salud. Fue la propia vicepresidenta Cristina Kirchner quien planteó meses atrás la necesidad de “reconceptualizar el sistema”. “La pandemia mostró que algunos lugares tienen muchos recursos que a otros les faltan, tenemos un modelo concéntrico que debe ser reformulado", dijo.

Esta postura también fue ratificada recientemente por el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, quien afirmó que “el sistema de Salud tal cual existe no sirve, tiene que ser transformado, para que cumpla lo que teóricamente viene a hacer que es cuidar la salud de nuestro pueblo".

“La pandemia mostró el fracaso del sistema sanitario en el mundo", dijo Kicillof durante el cierre del VIII Encuentro Nacional de Salud, y añadió: "Creo que es el momento para dar esta discusión y que nos encuentra preparados".

Pero la discusión no quedó solamente en las páginas del libro, sino que, como adelantó Data Clave, un grupo de funcionarios del gabinete de Salud bonaerense y equipos técnicos de La Cámpora y el Instituto Patria ya comenzaron a trabajar en un plan para reformar el sistema sanitario e incluso circuló un "borrador de trabajo" titulado “Ejes centrales para un Programa de Salud 2020/2024”.

La iniciativa no fue presentada formalmente y se siguieron puliendo detalles. En agosto pasado, los armadores de este anteproyecto concretaron reuniones con diferentes sectores involucrados con la mirada puesta en un futuro debate en el Congreso tras las elecciones de noviembre. 

Desde el gobierno aseguran que cuentan con apoyo, sin embargo, genera incertidumbre en el sector de las prepagas y también podría toparse con férreos cuestionamientos por parte de los sindicatos.