La Legislatura bonaerense se someterá a partir del 10 de diciembre a una reestructuración política interna tras el resultado de los comicios del pasado 22 de octubre. Unión por la Patria venció en siete de las ocho secciones electorales que componen la Provincia, mientras que Juntos por el Cambio logró posicionarse por encima sin que esto represente algún tipo de ventaja ya que la diferencia entre las tres principales fuerzas (sumando a La Libertad Avanza) fue mínima.

Con los libertarios como nueva fuerza de impacto (tenían solo tres diputados, ahora tendrán 16, y 5 senadores), ambas Cámaras sufrirán un cambio en el esquema de poder interno. Algo que también se dará, sobre todo, en la oposición. El resultado del próximo balotaje podría desencadenar una crisis interna en Juntos ya sea ante un eventual triunfo de Javier Milei como de Sergio Massa.

En la Legislatura, las aguas corren turbias. Las diferencias hacia adentro de Juntos son fuertes. Y los legisladores no lo disimulan. El PRO metió la cola en la Cámara baja y busca quedarse con la presidencia de un bloque que, en los hechos, podría dejar de existir como tal.

Según pudo recoger Data Clave hoy “no hay cancha para dar discusiones de nombres porque no sabemos si vamos a seguir como bloque, todo está supeditado al resultado del 19”, sostiene un legislador del radicalismo. La UCR tiene su propia lectura de la situación. “Si gana Milei, el PRO podría armar algo con ellos y los radicales no vamos a ser parte de eso”, sostiene la misma fuente.

El escenario electoral es simple, saldrá de dos postulaciones, pero resultado podría generar un quiebre masivo. Por lo pronto, desde el radicalismo ya dejan en claro una postura a futuro. “Lo más probable es que tengamos un bloque propio y que funcionemos como interbloque según cuál sea el resultado”, le dice a este medio otro de los legisladores.

A diferencia del Congreso, la figura de interbloque no existe en la Legislatura bonaerense. Por lo que, en los hechos, las bancadas funcionarían por separado con sus eventuales pactos legislativos. 

La salida del presidente del comité bonaerense, Maxi Abad, quien pegó salto al Senado nacional, abrió una brecha en la oposición. El PRO busca instalar a Adrián Urreli como presidente. Algo que, en los hechos, podría ocurrir si se tiene en cuenta que el partido amarillo podría pasar a funcionar como bloque único. Es también el paso previo para una discusión que también podría darse en lo legislativo ante un eventual acuerdo con La Libertad Avanza.

Se agrava la crisis interna de Juntos: el PRO y la UCR se encaminan a tener bloques por separado en la Legislatura

"Es cierto que no tuvimos reuniones, pero la gente nos eligió como Juntos para ser oposición a Kicillof. Nosotros vamos a seguir trabajando para ser una opción al kirchnerismo", agregó un legislador PRO en diálogo con este medio quien, ante la consulta, de qué pasaría si el ganador es Massa manifestó que “más allá de que las definiciones se den a nivel nacional, en la Provincia más de la mitad de los bonaerenses le dijeron que no a Kicillof y eso tendríamos que replicarlo en la Legislatura sin importar si estamos juntos o separados”.

Además de Urreli, la espada política de Néstor Grindetti en la Legislatura, quien suena como principal candidata para quedarse con la presidencia del bloque unido o, de la versión radical, es Alejandra Lordén, quien renovó su banca a través de la séptima sección electoral. La diputada s una de las voces más activas de la UCR en la Cámara baja. Su nombre, incluso, sonó en algún momento para acompañar Grindetti como candidata a vicegobernadora.

Se agrava la crisis interna de Juntos: el PRO y la UCR se encaminan a tener bloques por separado en la Legislatura

La puja por la presidencia es la forma que tienen ambos espacios de instalarse de manera mediática para poder salir a discutir otros lugares de poder interno como serán las comisiones. El PRO y la UCR vienen funcionando con una presidencia por cámara. Incluso, el partido amarillo debió solucionar su propia interna en el Senado con un liderazgo compartido por Alejandro Rabinovich (de parte de Guillermo Montenegro) y Christian Gribaudo (por Jorge Macri). La puja también tiene su correlato en la Cámara alta, donde la situación funciona en espejo al recinto vecino.