El caso de Santiago “Chano” Carpentier, víctima de un disparo en el abdomen en un supuesto ataque psicótico en el domicilio de la madre reavivó la polémica por el uso de las pistolas Taser. El ministro de seguridad de la Provincia de Buenos Aires aseguró esta mañana que el personal policial hubiese evitado el ataque al cantante si estuvieran habilitadas las pistolas eléctricas.

La polémica volvió a enfrentar al bonaerense con la cartera de seguridad de nación que conduce Sabina Frederic. Según fuentes del ministerio, el uso de las pistolas Taser por parte de las fuerzas de seguridad ante situaciones que involucran a personas bajo efectos de sustancias o víctimas de padecimientos mentales fue “desaconsejado” por el propio fabricante.

Voceros de la cartera de seguridad afirmaron que se avanza en la articulación de un protocolo para abordar este tipo de situaciones pero aclaró que se ordenó que las Taser solo puedan ser utilizadas por los grupos tácticos y en circunstancias especiales donde el único recurso útil sea dicho armamento.

“Se ha comprobado que dichas armas pueden causar severas lesiones y/o la muerte. El propio fabricante desaconseja utilizar las pistolas eléctricas para casos de personas bajo los efectos de sustancias o víctima de padecimientos mentales”, aseguraron desde el ministerio de Frederic.

Al respecto, dijeron que actualmente se trabaja conjuntamente con el Sedronar y el Ministerio de Salud de Nación en la ampliación de un protocolo que rige desde 2013 para regular la actuación de las fuerzas federales en casos de crisis de salud mental.

Por último, el Ministerio de Seguridad de la Nación apuntó que no regula la compra y utilización de armamento (de todo tipo) por parte de las fuerzas de seguridad provinciales, sino que la autoridad es de la Agencia Nacional de Materiales Controlados (Anmac), dependiente del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos.