El gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti, y el exmandatario de Salta, Juan Manuel Urtubey, dieron a conocer en las últimas horas que se someterán a una PASO para ver cuál de ellos será el candidato a presidente de una tercera vía que intentará, una vez más, posicionarse en medio de la grieta.

Se trata, en concreto, de una jugada política que tiene varios escenarios a transitar y que, en los últimas elecciones, no expresó un resultado de peso para modificar la realidad de un país que hoy, pese a estar más fragmentado desde el voto no rompe el modelo binario entre el peronismo y antiperonismo.

En ese marco, los dirigentes dejaron en claro que no buscarán competir "ni con los K, ni con el Frente de Todos". Una lista peronista para “avanzar en la construcción de un espacio superador”.

De esta manera, Schiaretti y Urtubey unirán fuerzas en busca del voto federal. No solo por fuera de la grieta sino también del centralismo del Conurbano y CABA. El objetivo de ambos hoy es instalarse en un lugar que les permita no solo capitalizar el voto “antigrieta” sino también ser un espacio de presión interna y de negociación constante con los dos principales frentes.

Sucede que, como quedó demostrado en otras elecciones, las vías peronistas por fuera de la grieta terminan dividiendo sus votos para un lado y para el otro una vez pasadas las PASO o las generales, cuando se dio un escenario de ballotage, como pasó en 2015.

Con la idea lanzada, los dirigentes ya se encuentran reclutando dirigentes para poder subirse a este proyecto con el que podrán marcarle la cancha con una mirada clara: ni 2015, ni 2019. La crítica estará puesta en lo que dejó el gobierno de Mauricio Macri y lo que quedará de la gestión del presidente Alberto Fernández.

Y, como se sabe, siempre hay interesados en salir a dar su apoyo a una idea diferente. El exministro de Economía, Roberto Lavagna, quien fue el candidato que personificó esta idea en 2019, es uno de los apuntados. Pero no el único. El diputado nacional Florencio Randazzo y su par Graciela Camaño, otros abonados. Los dirigentes sindicales desencantados como Facundo Moyano. Y, sobre todo, los gobernadores que hoy no encuentran el oficialismo un lugar de representación. 

Ahí aparecen figuras de fuerte presencia como los mandatarios de Santa Fe y Entre Ríos, Omar Perotti y Gustavo Bordet, ambos sin posibilidad de reelección. Y también otros como Sergio Uñac, de San Juan, enfrentado con su antecesor José Luis Gioja. Incluso más allá: el propio Alberto Rodríguez Saa, quien siempre está enfocado más en un personalismo.

Como se sabe, y ya por fuera del peronismo tradicional, el vínculo entre Schiaretti y el diputado nacional Facundo Manes entusiasma a muchos. La idea de poder sumar a una figura de porte desde el radicalismo sería un plus electoral. “No lo veo a Facundo compartiendo una boleta con figuras de un peronismo añejo”, le dijo a este medio un intendente bonaerense cercano a Manes. 

Con las cartas ya lanzadas lo que queda por delante es saber cómo se ubicará una tercera vía ante el crecimiento de las radicalizaciones de la grieta. Sucede que en las últimas elecciones tanto la izquierda como los libertarios subieron fuerte su representación nacional y hoy son el claro ejemplo de que la primera salida no siempre es la única

Las encuestas marcan una suba de peso para el voto duro que encarna el diputado nacional Javier Milei y también para la izquierda en el marco de un peronismo desencantado.