De cara a las elecciones presidenciales de este año, la interna dentro del oficialismo comenzó a salir a la luz. Todo comenzó con el enojo del ministro de Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, tras quedar “sin invitación” a una reunión con el mandatario de Brasil, Inácio Lula da Silva.

Desde entorno del ministro afirmaron que el presidente Alberto Fernández “no tiene códigos”, y su par de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz, le replicó públicamente: "Es buen momento para que el ministro De Pedro pueda aclarar si esto ocurrió o no porque ponen en boca de él alguna situación como falta de códigos. Si hay falta de códigos en todo caso es en referencia de quiénes son parte de un Gobierno y critican al Gobierno”.

Finalmente, De Pedro publicó en su cuenta de Twitter un descargo en el que dijo "los que tenemos responsabilidades políticas debemos aportar sensatez, porque hay cosas más importantes en juego: seguir recuperando la economía, mejorar el poder adquisitivo de las y los argentinos y resolver los problemas de la gente. Solo así lograremos ofrecer soluciones para que los que hicieron tanto daño, los que endeudaron el país y multiplicaron la pobreza, no vuelvan a gobernar".

Tweet de Wado de Pedro 🇦🇷

De este modo, el ministro trató de bajarle un tono a la polémica y el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, se sumó a esta postura. En este sentido, el mandatario reclamó constituir "una mesa política de articulación" a nivel nacional dentro del Frente de Todos.

"No se pudo constituir un marco orgánico para el funcionamiento del Frente de Todos. Estamos hoy ante la perspectiva de un proceso electoral sin una definición de estrategia política. Falta una mesa política de articulación, que es posible y necesario hacer", subrayó Capitanich en declaraciones a radio El Destape. 

El mandatario provincial sostuvo, además, que "la diversidad" de la coalición implica que existan "matices" dentro del frente, aunque consideró necesario "un acuerdo programático para converger en la unidad".