El 22 de noviembre de 2015, un hombre ingresó al domicilio de Gabriela Michetti, ubicado sobre la calle Pasco al 600, en el barrio porteño de Balvanera. Ese día se llevó adelante el ballotage electoral donde resultó ganadora la fórmula que integraba junto a Mauricio Macri. El lugar escogido para esperar los resultados de los comicios fue Costa Salguero.

El delincuente aprovechó la oportunidad y se llevó unos 245 mil pesos que Michetti tenía en distintas partes del hogar y 50 mil dólares que su por entonces pareja le había regalado para que su hijo estudiara un posgrado en el exterior. El hecho se conoció públicamente meses más tarde y la propia Michetti aseguró que "no se dio a conocer porque estaba involucrado" uno de los miembros de su custodia.

Este lunes, el fiscal Sandro Abraldes, en representación de la Fiscalía General ante los Tribunales Orales en lo Criminal y Correccional N°27, pidió una pena de dos años y seis meses de prisión para el excustodio de Michetti.

De este modo, el fiscal consideró a David Cruzado “partícipe primario en el delito de hurto agravado por su comisión con llave o ganzúa”. También solicitó que se le imponga una pena de inhabilitación para ejercer dentro de las fuerzas de seguridad por cinco años.

Para el fiscal, Cruzado “brindó información esencial, aprovechándose de su condición de policía asignado a la custodia de la vicepresidenta electa”, y explicó que fue el propio oficial de la por entonces Policía Metropolitana quien se comunicó con el hombre que estaba dentro de la casa y que, desde el búnker electoral, le dio un parte de los movimientos de la víctima y de su entorno para “ejecutar el plan criminal con confianza y con el tiempo suficiente”.

En la casa de la entonces vicepresidenta no se encontró nada revuelto ni desordenado, según se desprende de la causa. “¿Por qué el que entró no revolvió ni desordenó? ¿Por qué no tuvo que forzar la cerradura ni romper la puerta? Porque antes del hecho contaba con información de adentro y, cuando estuvo adentro, contó con información de afuera y ese apoyo externo fue fundamental”, explicó el fiscal, y advirtió que solo el círculo más cercano sabía del dinero que tenía en la vivienda.

Asimismo, el fiscal estimó que el imputado no es coautor del hurto porque no ejecutó ningún tramo de ese delito sino que “facilitó y ayudó” a la realización. “Su aporte es esencial y determinante: aportó información de grandísima relevancia, de manera previa y en tiempo real”, concluyó.