With a little help from my friends. Así podría catalogarse la decisión que tomó ayer una jueza de la Cámara de Casación en una de las causas en que Mauricio Macri está involucrado y donde muestra muchísimo interés: el expediente por la presiones al Grupo Indalo.

Esta semana, Data Clave contó que la Cámara Federal de Casación rechazó por "inadmisibles" los recursos de las defensas del ex presidente, de José Torello y Fabián Rodríguez Simón que se quejaban por un entrecruzamiento de sus teléfonos y las llamadas que hicieron en momentos clave de la causa.

Sin embargo, la defensa del ex presidente comunicó a esa misma Sala III que van a presentar un recurso extraordinario para ir a la Corte Suprema para evitar que se incorporen en la investigación el circuito de llamados.

La decisión de ir al máximo tribunal tiene un doble trasfondo: por un lado, evitar que la jueza Maria Romilda Servini ordene el nuevo entrecruzamiento. Cabe resaltar que la primera medida de ese estilo involucró directamente a Fabián “Pepín” Rodríguez Simón y derivó en su llamado a indagatoria para fines de mayo, que vino también con una prohibición de salir del país. El segundo es tantear a la Corte Suprema para ver como reacciona ante la estrategia y ante el expediente en general. 

No obstante, lo que ya se ha dicho sobre que las medidas de prueba no son apelables, ayer la jueza Liliana Catucci le guiñó un poquito el ojo a la estrategia de la defensa.

“Atento al anuncio de los señores defensores de la interposición de recurso extraordinario federal, suspéndase la devolución del expediente y hágase saber a la titular del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal Nro. 1 de esta ciudad, que la resolución no se encuentra firme”, firmó ayer.

¿Qué significa esto? Que hasta que Casación no tenga, evalúe y defina qué hacer con el recurso extraodinario de Macri (o sea, si le da el okey para ir a la Corte o no), la causa no puede avanzar.

Algo así había decidido otra sala cuando Cristina Fernández de Kirchner pidió ir a la Corte para que se defina donde se investiga la causa por espionaje ilegal aunque allí la situación era distinta porque no se trataba de una medida de prueba.

En caso de que este recurso, como le pasó a Cristina en la otra causa, también se rechace, Macri podría ir “en queja” a la Corte. En esa circunstancia, no está claro si se podría avanzar en el entrecruzamiento o si todo queda congelado hasta que el Máximo Tribunal se ponga en tema, aunque sea para desestimarlo.

Cabe resaltar además que lo más probable es que tanto Carlos Rosenkrantz como el juez Horacio Rosatti se excusen (o sean recusados) para intervenir en el expediente ya que ambos figuran en la causa.

En el trabajo que hizo la Dirección de Asistencia Judicial en Delitos Complejos y Crimen Organizado Poder Judicial figuran 50 llamadas entre Pepín y el número de Rosenkrantz. Figuran también 17 contactos con el juez Rosatti antes de que éste llegara a la Corte.

Por supuesto que Rodriguez Simón apeló la validez de ese informe y de su llamado a indagatoria, cuestión que tendrá que resolver la Cámara Federal.