Valentina Etulain es una de las tantas militantes políticas de Argentina que eligió encolumnarse en otra estructura política tras mostrar diferencias en donde estaba. Es un hecho recurrente en los jóvenes y que no exime a peronistas y radicales. Tras su primera experiencia en el PRO, entendió que en ese espacio no había herramientas para poder crecer y transformar.

Hoy trabaja junto al equipo de Emilio Monzó, el ex presidente de la Cámara de Diputados y armador clave de Cambiemos que terminó siendo relegado públicamente por el propio Mauricio Macri. Junto con Nicolás Massot, ex diputado y Rogelio Frigerio, ex ministro del Interior, buscan dar la discusión dentro de Juntos por el Cambio.

En ese marco, Etulain conversó con Data Clave sobre cómo está el tablero electoral en la coalición gobernante y a qué se deben las profundas diferencias para definir las candidaturas. Además, fue muy crítica del partido que hoy conduce Patricia Bullrich: "El PRO es muy verticalista, apunta mucho a la dedocracia y tiene similitudes con La Cámpora".

Data Clave: ¿Qué te sedujo del macrismo para empezar a militar?

Valentina Etulain: Yo arranqué a los 15 años aproximadamente, fue a finales del 2014 y principios de 2015, estaba terminando cuarto año de secundario. Estábamos en la previa de la campaña presidencial y me inicié en el PRO de La Plata. Vi la mitad de la presidencia de Macri en el colegio, por lo cual no la pude vivir desde adentro, sino más bien desde la militancia joven. Fue una buena experiencia como para arrancar. Mi familia no tiene participación política, aunque se consideran radicales y siempre los han votado a lo largo de los comicios. Uno al principio arranca desde un espacio sin conocer del todo a los actores, además el PRO en el 2015 venía con algo nuevo que se arrastraba desde la gestión de la Ciudad de Buenos Aires para replicarlo en Provincia y en Nación. Era algo moderno, un partido del Siglo XXI, y no tradicional de masas como el PJ (Partido Justicialista) o la UCR (Unión Cívica Radical).

DC: ¿Por qué te alejaste del PRO?

VE: Mi desprendimiento empezó cuando me di cuenta que, dentro de lo que era la Juventud PRO, era muy difícil aspirar a poder crecer de forma independiente sin tener que estar atado a un dirigente o a un padrino político. Son espacios muy verticalistas donde la participación por momentos se hace muy difícil. Te diría que incluso que ese espacio tiene similitudes con La Cámpora, creo que un periodista alguna vez hizo esa comparación y me parece correcta. Entonces los que no tenemos apellido o lazos se nos hizo complicado poder seguir.

DC: ¿Te decepcionó la estructura tradicional del macrismo?

VE: Sí, pero por la forma de que interna en la que se manejan las cosas. Son muy verticalistas y apuntan mucho a la dedocracia, y no lo comparto. Pero fue una experiencia, de ahí trato de traer lo bueno y separar lo malo. A veces para llegar a un referente provincial tenías que hacer varios llamados y nunca podías llegar. Ahora en el espacio de Emilio todos nos llamamos a cualquier hora y nos damos una mano en lo que sea necesario, es distinto.

DC: ¿Es un espacio muy burocratizado?

VE: En realidad es un problema propio de la política. Está teniendo mucha desconexión con la gente, y va más allá de Juntos por el Cambio y el Frente de Todos. Hay una grieta con la gente. Muchos ven a un diputado nacional y les parece algo asombroso, y no debería ser así, lo mismo un gobernador. Un legislador o funcionario debería tener un contacto más cercano al pueblo.

DC: ¿Qué te sedujo de Emilio Monzó? No es bien visto por los extremos. El Frente de Todos lo ve poco confiable, y desde Juntos por el Cambio genera molestias para el armado en la Provincia de Buenos Aires…

VE: Empecé militando en su espacio de la mano de su hermano, Gabriel, que era senador por la octava sección en La Plata. Después incluso terminé armando la agrupación propia de "Jóvenes con Emilio" en la Provincia. Él siempre fue un moderado y eso hace que en una sociedad tan agrietada los extremos quieran sacarlo de la cancha. Siempre fue coherente con sus ideas y se mantuvo en el centro, conversando con todos. Como él dice, lamentablemente Argentina vive en una polarización improductiva que impide el despegue de los jóvenes. Si seguimos sin tener un proyecto de país y de políticas de Estado, más allá de las políticas públicas, lamentablemente va a seguir siendo muy difícil. Hoy uno como joven no puede pensar en comprar un auto ni hasta en cosas básicas como alquilar un departamento.

Valentina Etulain y el elogio de la rosca: "A partir del diálogo con el otro, uno puede encontrar coincidencias"

DC: ¿Cuál es el nervio que sentís de los jóvenes cuando te acercas a ellos a través de la militancia? Incluso a los que se suman a la agrupación…

VE: En la agrupación Jóvenes sucede algo raro y que al propio Emilio le impacta: hay chicos que vienen de todo tipo de espacios políticos que se te ocurra. Hay pibes que vienen de La Cámpora, Nuevo Encuentro y Agrupación Evita, mientras que otros se sienten más identificados con el gobierno de (Carlos Saúl) Ménem, Macri o (Raúl) Alfonsín, es muy variado. También tenemos un sector más progresista o acercado a la izquierda. Pero todos concluyen en lo mismo: necesitamos un proyecto de país para salir adelante. Uno no quiere que la salida sea Ezeiza, pero hay muchos pibes que ni siquiera pueden pensar en lo que es Ezeiza. Cuando recorremos los barrios, las dirigentes nos dicen que ellos ni piensan en irse, pero porque no van a tener la posibilidad de probar suerte en el exterior.

DC: ¿Cómo vivís la feroz interna que transita el espacio por las candidaturas?

VE: Si queremos tener un panorama definido a hoy, no lo vamos a tener. Tenemos dos figuras claves a jugar una interna que son Diego Santilli como Facundo Manes. También hay otras figuras como Jorge Macri, el propio Emilio y hasta Gustavo Posse, que también tiene la ambición de integrar una de esas listas. Está todavía en negociaciones previas de cara al cierre de alianzas el 14 de julio y el cierre de listas del 24. El Congreso se lleva la mayor parte de la discusión política. Creo que de cara al 2023 va a ser muchísimo más interesante el debate, y ahí vamos a tener discusiones muchísimos más fuertes, porque van a entrar todos los actores de los que estamos hablando ahora.

DC: ¿Emilio está más cerca de Manes o de Santilli?

VE: Él siempre dialogó con la política, no tiene preferencias por uno o por otro. Siempre fue amigo de Diego y con los radicales tiene muy buena relación.

DC: ¿Por qué hay tantas diferencias para el armado electoral? ¿Qué matices hay entre Manes, Santili o Jorge Macri? ¿Es una cuestión de nombres, hay diferencias en la plataforma política o sólo es por una cuestión de medición de encuestas?

VE: Lo que pasa es que la irrupción de Manes es una discusión interna que hoy quiere empezar a abrir el radicalismo y que me parece muy válida. Nosotros como partido tenemos que pensar qué rol le estamos dando al principal partido que tiene la estructura centenaria dentro de la oposición. Además el radicalismo tiene figuras políticas mujeres muy interesantes como Karina Banfi, Carla Carrizo y Dolores Martínez, tienen muchísimo para aportar.

DC: ¿Te sorprende que en Juntos por el Cambio haya tanta apertura sobre la agenda de género?

VE: Todos los espacios tuvieron diferencias. No es una discusión de medir con un termómetro quién es más feminista y quién no. Dentro de la gestión de Emilio se dieron debates muy fuertes sobre género y diversidad. Él tuvo un rol protagónico en el Congreso. Dentro de su estructura tenía dos posturas muy opuestas como la de Silvia (Lospennato) y por otro lado la de Nicolás Massot. Y a pesar de eso, no hubo impedimentos para el otro día sentarse a hablar.

DC: Es decir, vos te sentas a charlar con alguien que está en contra de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo…

VE: Yo trabajo y hablo todos los días con Nicolás Massot y me parece el mejor cuando político que tiene Monzó en su equipo. Y también, por otro lado, Lospennato me parece uno de los mejores productos que sacó Emilio. No por una discusión legislativa voy a dejar de trabajar con una persona. Nicolás es un dirigente súper valorado por mí y es un tipazo, lo mismo Silvia. Ambos han demostrado que tienen una forma de trabajar con la gente joven muy interesante respecto de otros. Nunca te van a cerrar un despacho.

Valentina Etulain y el elogio de la rosca: "A partir del diálogo con el otro, uno puede encontrar coincidencias"

DC: ¿Qué sentís por Cristina Kirchner como mujer política?

VE: Es una ex presidenta, pero no comparto su praxis política

DC: ¿Sentís muchas diferencias con ella?

VE: No es más que valorar una primera presidenta mujer en Argentina. Pero no comparto su forma de hacer política, ni siquiera su política exterior. Es alguien que forma parte de la polarización improductiva.

DC: ¿Macri es parte de esa polarización improductiva? Monzó alguna vez declaró que sería bueno que él y Cristina se aparten de la política…

VE: Si. Uno a lo que puede aspirar como militante político es a ser presidente. Una vez que lograste ese objetivo, ¿qué más tenés para hacer? No hay otro cargo al que aspirar.

DC: La última: definime la rosca política…

VE: La rosca política la empecé a entender a partir de lo que fue estar en el Congreso en 2019 ayudando a un diputado. Uno quizás como militante y joven uno ve a la política como confrontación, odio y desprecio al otro. Es como estar en una suerte de ring peleándote. La verdad que no es así, ahí conocí gente muy valiosa. De hecho conocí a mi mejor amiga en el Congreso y no forma parte de Juntos por el Cambio, sino que hoy dentro del oficialismo. A partir del diálogo con el otro, uno puede encontrar coincidencias. Además, uno no sabe cómo son las vueltas de la vida en la política argentina. El día de mañana, con esa persona que hoy confrontas, podes terminar compartiendo un mismo frente…