Comenzó el movimiento electoral de medio término y el que volvió a escena nuevamente, como en 2017, es Florencio Randazzo. El ex ministro de Interior confirmó que se volverá a meter en la arena política y será el primer candidato a diputado nacional por Buenos Aires desde el espacio que lideró en 2019 Roberto Lavagna.

Con una agenda cargada de reuniones durante el último mes, incluyendo al ex ministro de Economía y al salteño Juan Manuel Urtubey, el ex funcionario de Cristina Fernández de Kirchner deberá responder ahora sin la estructura territorial que le dio el PJ bonaerense y el Movimiento Evita en su anterior candidatura. La pregunta es a quién beneficia más y con quien divide el voto un funcionario con perfil peronista pero que se presenta crítico del gobierno.

Tweet de Florencio Randazzo

Fuentes con acceso al despacho presidencial confirmaron a Data Clave la presencia Randazzo en la residencia de Olivos. Una reunión privada entre el ex ministro y el actual jefe de estado. El cónclave fue promovido por Fernando “Chino” Navarro, que además puso la nafta y el auto para llegar hasta la Quinta donde se aloja el primer mandatario.

La misma fuente calificada con acceso al despacho del presidente aseguró a Data Clave que “están tratando de lograr que no divida” al voto oficialista pero CFK no lo quiere ni ver a su ex funcionario estrella. “No lo va a aceptar nunca”, aseguran en Casa de Gobierno.

El Chino Navarro siempre habló con Randazzo y nunca cortó el diálogo. El encuentro no es una sorpresa desde ese punto de vista. Sin embargo, lo que se propone el Frente de Todos es empujar al hombre de Chivilcoy “hacia una línea” más cercana a Juntos por el Cambio. En el mundo empresario ya se pasa la gorra con “Randazzo 2021” buscando quitarle algunos financistas de la campaña de Macri. 

“El Chino no logró nada, es una opereta que Randazzo esté dentro del gobierno o tenga un ministerio en el futuro”, apuntaron en off.

Alberto Fernandez mantiene una muy buena relación con el ahora candidato a diputado por la oposición. Compartieron campaña en 2017. Le tiene afecto personal. Sin embargo, a nadie en el Frente de Todos le gusta lo que está haciendo en términos políticos. 

El objetivo es “convencerlo para que no joda”. La posibilidad de incluirlo dentro de una gran interna le traería a Fernandez problemas con su vicepresidenta, algo que nadie quiere, mucho menos Alberto. Con Randazzo lejos, en el gobierno sólo piensan en la unidad del Frente de Todos.