Habitante del barrio Alto Comedero, ex albañil, vendedor de seguros, electricista, heladero, con un paso fugaz por la universidad y recolector de residuos. Hasta aquí podría ser la biografía de cualquier hombre de la clase trabajadora de Jujuy que busca día a día como subsistir para llevar un plato de comida a su casa. Pero la descripción corresponde a Alejandro Vilca, de 45 años, y flamante diputado nacional del Frente de Izquierda y los Trabajadores (FIT) de la provincia del norte.

Vilca es padre de dos hijos, Juan y León (por Trotski) y el fundador del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) de Jujuy. Fue la sorpresa de las últimas elecciones legislativas donde cosechó el 25% de los votos, un número impensado para un territorio gobernado históricamente por el peronismo y, en el último período, por el radical Gerardo Morales, con poco espacio para fuerzas alternativas que alzan la voz exclusivamente por los sectores más pobres y postergados del país.

Vilca: "Fernández no pudo dar una salida superadora a lo que ha sido el gobierno de Macri"

"Por el sacrificado y combativo pueblo jujeño, por la rebelión de los oprimidos contra el sistema capitalista y por la resistencia de más de 500 años de nuestros pueblos originarios. ¡Jallalla! Sí, juro”, dijo Vilca el pasado 7 de diciembre antes de asumir su banca. Con la bandera whipala en alto y vestido con su camisa de recolector, el legislador “obrero, coya y marrón”, como suele definirse, reivindicó una lucha que conoce bien: la pobreza estructural y la postergación de los pueblos indígenas en la Argentina. 

Tweet de Frente de Izquierda Unidad

Data Clave: ¿Qué significó tu triunfo y qué factores pensás que confluyeron para lograr el 25% de los votos?

Alejandro Vilca: Los factores fueron varios: el descontento con el gobierno nacional que no pudo dar una salida superadora al gobierno de Mauricio Macri. Mucha gente había repudiado y votado con ilusión a Alberto Fernández y no sucedió lo de llenar la heladera o devolver lo perdido con Macri. En la provincia, Morales tampoco pudo dar una salida a los reclamos populares, al contrario, en su unidad cada vez más estrecha con el Frente de Todos siguió gobernando para un sector social, para los ricos y montó un régimen de mano dura. Todo eso dio paso al surgimiento de una alternativa como la izquierda que se consolidó como la única fuerza opositora al gobierno provincial, a ese bipartidismo tejido por Morales con el PJ.

DC: ¿La clase media está sobre representada en el parlamento? ¿Tu arribo puede sentar un precedente para que los sectores populares accedan con más facilidad a una banca?

AV: No se si la clase media está sobre representada, el problema está que en el Congreso se expresan los representantes de los partidos tradicionales, que son partidos de los ricos, más allá de que pueden ser de clase media o trabajadora, pero el problema es por qué luchan, cuáles son sus programas y las salidas que proponen. Nosotros combinamos una expresión de clase y también una salida de clase para los sectores populares, independiente de estos partidos. Hay gente que tiene muchísima plata, que son empresarios, banqueros, CEOS de las grandes multinacionales devenidos a políticos y también funcionarios del interior, de los sectores productivos, que claramente su proyecto es seguir manteniendo una Argentina desigual donde ganen siempre los empresarios y se mantenga este régimen político.

DC: ¿Cómo ve el gobierno de Alberto Fernández?

AV: El gobierno de Alberto Fernández me parece que surge como una alternativa a lo que ha sido el desastre de Mauricio Macri. Nadie puede reivindicar o creer que con Macri íbamos a estar mejor. Lo que primó para la llegada de Fernández fue el que se vaya Macri, sin casi importar quien pudiese ser su sucesor. El Frente de Todos logró armar una coalición de todos los sectores del PJ, los más conservadores, la burocracia sindical, los gobernadores, los intendentes de la provincia de Buenos Aires y todo tipo de caudillos hasta sectores que vienen de la iglesia y organizaciones sociales. Eso le permitió ganar las elecciones, pero creo que al rodar su gobierno vemos como es una dificultad esta coalición a la hora de gobernar.

Más allá de la pandemia y de haber arrastrado una crisis económica, el gobierno no pudo dar una salida superadora a lo que ha sido el gobierno de Macri y creo que eso le está costando muchísimo el no romper o no tomar una política que le imponen los grandes mercados. En la crisis que se vivió después de las PASO se evidenció e incluso se sigue viendo en la dificultad del acuerdo con el Fondo Monetario Internacional. Yo no le encuentro políticas acertadas, han sido muy pragmáticos y se ve muy complicado tras la derrota de las últimas elecciones para los dos años que le quedan de gestión.

DC: ¿Existe alguna posibilidad que la izquierda acompañe una eventual negociación del gobierno con el FMI?

AV: No, la izquierda no va a apoyar el acuerdo con el FMI porque, primero, hay muchas contradicciones en lo que ya es una deuda ilegal desde todo punto de vista, su creación, la estatización de una deuda privada a pública. No podemos poner el peso de la deuda sobre la espalda de los trabajadores o en los jubilados. Rechazamos ese acuerdo donde el FMI prácticamente está diseñando el plan económico nacional, cual va a ser el destino de los argentinos. Eso lleva a una perspectiva colonial, con la cuál se está manejando el gobierno nacional y las políticas se están discutiendo no el Congreso o en la casa de gobierno sino en Washington. Hoy, la principal deuda es con nuestro pueblo y no con el FMI.

DC: ¿Cuáles son los problemas más urgentes del pueblo trabajador?

AV: Los problemas mas urgentes del pueblo trabajador es el poder adquisitivo, hoy la gran mayoría de los trabajadores está bajo la línea de pobreza. Desde el gobierno de Macri hasta hoy los trabajadores están perdiendo más del 25% de su poder adquisitivo. Ni hablar de las jubilaciones, es el sector al que más han castigado y los que cobran la mínima están bajo la línea de indigencia. Son problemas estructurales que para nosotros hay que resolverlos con la generación de fuentes de trabajo, la solución no es solamente la asistencia social que sirven para cubrir emergencias, hay que crear fábricas, empresas. Esos son los problemas que más nos interesan y que en el interior se ve más difícil

DC: Hablemos de Jujuy, ¿Qué opinión tiene del gobierno de Morales?

AV: El gobierno de Gerardo Morales es claramente un gobierno que representa los intereses de los más hegemónicos económicamente, el de los poderosos, los empresariales. Su ambición en Jujuy ha sido esa, ha tejido acuerdos con el PJ que le ha permitido tener todavía una mayor fuerza y gobernar con un puñal de hierro, contra la protesta social y mantener una situación de bajo salario, precarización laboral. Es apoyado por la justicia para judicializar la protesta social. El régimen de Morales es un régimen muy duro, casi feudal y él, con estas ambiciones presidenciales, espera proyectarse nacionalmente. Ya fue elegido presidente la de UCR y busca llevar a nivel nacional lo creado en Jujuy.

DC: ¿Qué deudas tiene Argentina con los pueblos indígenas?

AV: La deuda más importante que tiene el gobierno de Morales con los pueblos originarios ha sido el tema de las tierras, reconocer los territorios. Hoy Morales les cede todo a las grandes mineras. Nuestro reclamo histórico es la devolución de esos territorios y para eso necesitamos una ley, algo pendiente no solo en Jujuy sino en todo el país.

DC: El crecimiento de la izquierda se da, casi en simultáneo, con la irrupción de una derecha intolerante, ¿crees que existe algún factor social que alimente dichos procesos?

AV: El crecimiento de la izquierda se da en un momento crítico de la economía y del país. Una profunda crisis económica que ha puesto sobre el tapete el problema de la deuda y en situaciones así comienzan a surgir tendencias extremas. Por un lado la derecha, a la que le interesa las ambiciones de los sectores empresariales, conservadores y, por otro lado, la izquierda, silenciada y no mostrada por los grandes medios, que surgen sobre todo en los sectores más populares y postergados del interior. Hemos tenido muy buenos resultados en Chubut, Santa Cruz, Neuquén y, bueno, Jujuy donde se muestran esas contradicciones, la polarización social que se ve también en expresiones políticas.

La llegada de la izquierda al Congreso, así como la ultraderecha, demuestra que cada vez que se profundiza la crisis hay poco espacio para las medias tintas. Vas a estar de un lado de la vereda o del otro. Eso es lo que estamos viendo como fenómeno político y como expresión de clase.